miércoles, 16 de diciembre de 2009

Por qué soy vegana?

El otro día hice un brainstorming (pequeñito, por eso) de las razones por las que soy vegana y me salió esto.

Soy vegana porque:

- Quiero a mis gatos, Misu y Leo, y no quiero que les hagan sufrir. Por qué voy a querer el sufrimiento de otros?

- Quiero creer que los humanos podemos ser realmente humanos.

- No puedo ni quiero seguir mirando hacia otro lado. No quiero ser cómplice. No lo haréis en mi nombre.

- Sabiendo lo que sé, la carne de un animal es canibalismo y la leche de una vaca, tan poco apetecible como la de una mujer.

- Intento no ser hipócrita ni autocomplaciente. Intento ser valiente y hacer lo que debo hacer, no lo que resulta más fácil, que es seguir la corriente.

- Sé lo que es sufrir y lo mínimo que puedo hacer es dar mi voz a los que sufren y no se pueden defender.

También están las razones medioambientales e incluso humanitarias, pero no hace falta que me vaya tan lejos. Misu y Leo y todos los animales que de una manera u otra han pasado por mi vida son razón más que suficiente.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Tener miedo

"El miedo nos hace esclavos", decía con toda la razón del mundo Séneca. Un hombre que, condenado a muerte, veía como sus discípulos se rasgaban las vestiduras de desesperación y él les decía: "¿dónde está vuestra filosofía?" Porque claro, una cosa es decirlo y otra practicarlo.

Yo tengo miedo por mil cosas y el miedo es como un corsé que no te deja respirar, que no te deja vivir. Si pudiera pedir un deseo, no pediría ser más guapa, más lista, tener más dinero, mejor salud, tener más éxito... Pediría no tener miedo. Ser libre, por fin!

Otra razón para luchar: llegar a ser libre.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Christine de Pizan y la Ciudad de las damas

Christine de Pizan (1365-c. 1430) fue una escritora que participó en la llamada Querella de las mujeres (polémica sobre la inferioridad o no de la naturaleza de las mujeres). Una de sus obras más conocidas y reivindicadas desde el feminismo es El libro de la ciudad de las damas (1404-1405). En esta obra se nos presenta una Christine de Pizan que tras la lectura de un tratado misógino de la época cae en abatimiento y tristeza. Su propia experiencia le niega que los argumentos en contra de las mujeres sean ciertos pero, por otra parte, le cuesta creer que tantos hombres ilustres estén equivocados. Lo explica así: "Así pues, me fiaba más del juicio de otros que de los que yo sentía y sabía en mi ser de mujer". A continuación se le aparecen tres damas (la Razón, la Rectitud y la Justicia) que la acompañan en la misión que le ha sido encomendada: la construcción de una ciudad para las mujeres virtuosas nacidas y por nacer. El libro sería una alegoría de esa construcción.

Y todo esto para qué os los cuento? Pues porque yo me siento un poco como Christine de Pizan: desde siempre he sabido y sentido que lo que hacemos con los animales es una gran injusticia, a pesar de que la mayoría y personas con mucha autoridad (filósofos, científicos, políticos…) digan lo contrario.

Pensemos como de pequeña se debió de sentir Christine de Pizan ante los argumentos de los príncipes de la filosofía, encabezados por Aristóteles. Sin embargo su toma de conciencia le hizo fuerte para enfrentarse a ellos, como fuertes nos tiene que hacer a nosotros la nuestra.

Si a alguien le pica el gusanillo de leer el libro, que yo sepa se ha publicado en catalán (Edicions de l’Eixample, 1990). Como os podéis imaginar no es una novelita, pero se puede leer.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Valientes

"Ver lo que está bien y no hacerlo es falta de valor". Confucio

Me parece una frase que explica como ninguna otra lo que es el valor.

martes, 17 de noviembre de 2009

Matar por necesidad?

"No estoy a favor de matar animales por diversión, pero sí para comerlos". Muchísima gente piensa así y es que creen que comer animales es necesario para sobrevivir. No niego que haya poblaciones en las que comer animales sea cuestión de vida o muerte, pensemos en los esquimales, pero para nosotros, aquí y ahora, comer animales e incluso cualquier producto de origen animal es algo innecesario y por tanto evitable. Visto así nos podemos plantear cuanto sufrimiento gratuito podríamos evitar con un simple cambio de nuestros hábitos. Se trata de hacer un cambio de chip.

Hay quien prefiere pensar que come animales por necesidad, pero la realidad es que se puede vivir perfectamente sin hacerlo y que muchos animales, miles, millones, cientos de miles de millones, podrían ahorrarse una vida de sufrimientos. Y que algo así sólo dependa de un cambio de chip...

Me maravillé cuando descubrí que Arturo Pérez Reverte, que ha escrito mucho en contra de las corridas de toros, acerca del paté de foie opinaba que si los patos sufrían no era su problema, porque el paté estaba muy rico. Yo le diría que, por esta regla de tres, muchos dirán que si el toro sufre en la plaza no es cosa suya, porque ellos se lo pasan muy bien.

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Sobre esto, una muy buena reflexión de Erfoud: el test ético.
(nota del 26 de noviembre)

sábado, 7 de noviembre de 2009

Panallets veganos

Los panallets son típicos de Cataluña y se toman en la festividad de Todos los Santos. Están tan buenos y son tan fáciles de hacer que os recomiendo que los hagais, seais de donde seais.

Mi receta:

- 250 gr. de almendra molida
- 200 gr. de fructosa (en la receta original ponía 250 gr. de azúcar)
- 250 gr. de patatas
- Limón
- Piñones, cacao, coco rallado...

Se hierven las patatas con piel, se pelan, se machacan con el tenedor y se dejan enfriar completamente. Se añade el azúcar o fructosa, la almendra molida y ralladura de limón. Se mezcla todo bien con un tenedor y se chafa la mezcla sin removerla hasta que quede unida.

Dejamos que la masa repose un rato y empezamos a hacer bolitas. Se pueden hacer con diferentes formas y sabores: rebozados en piñones, mezclando la masa con coco rallado, cacao, café, etc. En este caso, yo los hice de piñones, coco y cacao.

Finalmente, se hornean unos 15 minutos a fuego medio (180º).

Recién salidos del horno están muy blandos pero luego van cogiendo consistencia.

No sé si por las fotos resultan muy apetecibles, pero estaban buenos, buenos.



jueves, 5 de noviembre de 2009

El principio mafia

Hace unos años, fui a una conferencia en el CCCB titulada "El especieismo y la consideración moral de los animales". Marta Tafalla presentaba el acto en el que intervenían, primero, Jesús Mosterín y, después por vía telefónica, Peter Singer. Por aquel entonces yo era OLV, no sabía quién era Mosterín ni Singer y mi conocimiento sobre filosofía y derechos animales era prácticamente nulo. Para mí fue una gran experiencia ver aquellos filósofos argumentando a favor de la defensa de los animales, de los demás animales.

Aquí quería explicar un concepto que expuso Mosterín y que a mí me impactó, por lo simple pero también revelador: el principio mafia.

La mafia se caracteriza por crear fuertes lazos de solidaridad entre sus miembros. Así que si, por ejemplo, un niño del grupo se queda huérfano, la mafia se encargará de que no le falte de nada. Por otra parte, esta capacidad de demostrar sentimientos compasivos hacia sus miembros contrasta con la total insensibilidad hacia los miembros de grupos rivales.

La conexión con el tipo de relación que tenemos con los animales es clara. Los humanos podemos desarrollar sentimientos de amor, solidaridad y compasión hacia los miembros de nuestra propia especie, pero por otro lado podemos ser totalmente despiadados con los miembros de otras especies y aquí ocuparían un lugar destacado los animales que consideramos que han de destinarse a nuestro consumo.

Voy a poner un ejemplo personal para ilustrar el concepto. Hace unos años tenía una compañera de trabajo que se vanagloriaba de cosas como las que paso a explicar.

Esta compañera, de pequeña, dejó su hámster sin comer ni beber durante días, parece que por un descuido. Cuando ya estaba casi muerto, le dio agua y comida y consiguió sobrevivir. Aquello le hacía mucha gracia y entre risas explicaba que se quedó con las ganas de volver a repetir la experiencia. Otra cosa que encontraba muy divertida era contar los gatos que había atropellado de camino a casa. También le gustaba explicar como su madre tiraba al río las crías de su gata y como éstas intentaban sobrevivir agarrándose a las piedras mientras ellas las pisaban para que cayeran al agua.

Por otra parte, esta chica, filóloga y catalanista de izquierdas (para los que piensen que la insensibilidad y el cazurrismo son algo exclusivo de españolistas y de derechas), estaba muy implicada en la vida asociativa de su pueblo, daba clases a inmigrantes, tenía muchos amigos y patatín patatán. Vamos, que no era una persona considerada mala o desalmada, más bien todo lo contrario. Decía que quería tener niños, así que seguramente algún día será una madraza que transmitirá a sus hijos los mismos valores que le transmitió la suya, la ahogadora de gatos.

viernes, 30 de octubre de 2009

Día Mundial del Veganismo

El 1 de noviembre es el Día Mundial del Veganismo, coincidiendo con el día de Todos los Santos. Qué cosas, no?

Veganismo es algo muy sencillo. Es no considerar a los animales como cosas, no usarlos, respetarlos. Las cosas se usan, los animales no. Puede que lo entiendas, pero intentar llevarlo a la práctica es más complicado. Lo sé. Además, hay cosas que no se entienden con razones, se entienden con el corazón. Si fuera una cuestión de razonamientos hace tiempo que estaría cerrado el último matadero.

Así que celebrad este día con mucha esperanza, mucha fuerza, castañas, boniatos y panallets veganos ;)

Día Mundial del Veganismo

El 1 de noviembre es el Día Mundial del Veganismo, coincidiendo con el día de Todos los Santos. Qué cosas, no?

Veganismo es algo muy sencillo. Es no considerar a los animales como cosas, no usarlos, respetarlos. Las cosas se usan, los animales no. Puede que lo entiendas, pero intentar llevarlo a la práctica es más complicado. Lo sé. Además, hay cosas que no se entienden con razones, se entienden con el corazón. Si fuera una cuestión de razonamientos hace tiempo que estaría cerrado el último matadero.

Celebrad este día con mucha esperanza y mucha fuerza, que nos hace falta. Y que no falten las castañas, boniatos y panallets veganos ;)

lunes, 26 de octubre de 2009

Utopía

Utopía (según la RAE): Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación.

Leo en el número 205 de la revista Cuerpo Mente el artículo de Daniel Bonet "Comer bien sin obsesionarse" que, refiriéndose al vegetarianismo, dice lo siguiente: "Hay en la corriente un componente utópico; sin embargo, ha visto confirmado científicamente muchas de sus intuiciones. Nadie duda hoy de las bondades de los alimentos vegetales..."

Hay quien piensa que una sociedad vegetariana, y no digamos ya vegana, es una utopía: algo irrealizable. Supongo que porque piensan que los humanos no van a evolucionar hasta el punto de dejar de considerar al resto de animales como cosas que hay que utilizar y empezar a respetarlos.

No lo veré, eso está claro, pero creo, o necesito creer, que algún día tendremos una sociedad realmente humana y, por tanto, vegana. Evidentemente no creo que se puedan llegar a erradicar todas las injusticias que cometemos contra los animales, de la misma manera que sería muy inocente pensar que algún día se acabarán con todas las injusticias hacia otros humanos. Puede que las injusticias no se erradiquen al 100%, viendo cual es la naturaleza humana, pero eso no debería frenarnos a la hora de hacer todo lo posible por conseguirlo. Creer en una sociedad vegana no es creer en el mundo de los sugus, es simplemente creer en una sociedad más justa.

Pues unos días después, mira tú qué casualidades, vi en la tele una entrevista a un filósofo que creo que se llama Sábalo, que estaba presentando su último libro. Una de las cosas que dijo es que aconsejaba a la gente no ser optimista a lo tonto, pero sí creer en la utopía. Citó una frase de un filósofo, aunque no dió el nombre, que me pareció genial. Dice así: Hay dos clases de personas, las de la realidad, que piensan "esto es así", y las de la posibilidad, que piensan "esto podría ser así".

Quizás decirnos que algo es una utopía es una forma de quitarnos las ganas de seguir soñando y luchando por cambiar las cosas. Tal vez quien lo dice es simplemente alguien cómodo en la realidad y que prefiere no enredarse con la posibilidad.

lunes, 19 de octubre de 2009

Un niño vinciano

El sábado estuvimos en la protesta por la llegada del Circo Italiano a Ripollet. Pues bien, había unas chicas con un niño pequeño, de unos 4 o 5 años, que parecía que se estaban pensando si entrar o no en el circo. Después nos enteramos que era el mismo niño que no quería entrar porque decía que maltrataban a los animales. En verdad, hay niños con más sensibilidad y entendederas que muchas personas adultas.

Éste es un claro ejemplo de niño vinciano, que siente empatía por los animales de forma natural, según la clasifición que hace Tom Reagan en su libro Jaulas vacías (Barcelona: Fundación Altarriba, 2006). Es que hay nenes que son un tesoro.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Esto es un circo (con animales)

No voy a explicar aquí el tema del circo con animales, porque no creo que pueda aportar nada nuevo. Simplemente, no entiendo que haya gente que lleve a sus hijos al circo, aún sabiendo el maltrato que supone tener a esos animales recluidos y el adiestramiento con violencia al que se les somete para que tengan comportamientos tan desnaturalizados y ridículos.

Últimamente he estado en alguna protesta por la llegada del Circo italiano, en concreto en Premià y Mataró. Siempre hay cosas que te sorprenden, pero aquí quería explicar una anécdota, por así decirlo, que a mí me ha dado que pensar.

En la protesta de Mataró, le di un folleto informativo a un niño que tendría unos 9 años, más o menos. Cuando vio de que se trataba fue a la que debía ser su abuela para que le diera alguna explicación. Bien, pues la abuelita le soltó: "Ahora te preocupas por estos animales? Pues los otros bien que te los comes". Así quedo zanjada la conversación.

Es así, la gente hace esta lectura: si no me preocupo por unos, porqué me voy a preocupar por otros? Muchos de los que hemos llegado a hacernos vegetarianos/veganos ha sido a raíz de sentirnos inconsistentes moralmente. Pensamos: me importa mi perro y mi gato, pero me como un pobre cerdo que ha tenido una vida y una muerte terribles. Es eso coherente?

Sólo espero que ese nene haga la lectura de su abuela pero a la inversa: si no está bien lo que hacemos con los animales del circo, tampoco está bien lo que hacemos con los demás. Espero que sea un escalón para él, como yo he tenido los míos hasta llegar aquí. Puede que así sea o más probablemente no lo será, pero la inconsistencia está ahí, un poco más descubierta.

sábado, 10 de octubre de 2009

Receta mágica

Una receta muy fácil:

Los animales no son cosas + Los animales merecen respeto = Veganismo

Ah! me dejaba el toque final: una pizca de coherencia (si no se estropea el plato)

Bon appétit!!

miércoles, 7 de octubre de 2009

Cambiará el mundo?

La balanza: en un lado la ley, lo establecido, lo que todos aceptan; en el otro lado un cambio en el sentimiento de las personas, en la manera de ver el mundo. Entonces hay un desequilibrio, un conflicto. Me temo que el desequilibrio no se puede solucionar sin conflicto, hasta que se vuelve a compensar la balanza.

Espero que esto mismo pase con nosotros: que seamos cada vez más y con nuestro sentir forcemos un cambio en el mundo. Que los animales dejen de ser considerados cosas como en su día lo dejaron de ser los esclavos o las mujeres.

Yo no veré ese día, pero voy a poner mi grano de arena. Cuando se haya levantado la pirámide, yo habré hecho mi contribución y si en algún sitio puedo verlo, que no lo creo, será el día más grande.

Necesito creer que ese día llegará. Intento mantener la esperanza de que podemos llegar a ser realmente humanos.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Siento que no soy de aquí ; )

Hoy es uno de esos día en los que me siento marciana.

Se despedía una compañera de trabajo y ha traído pizza, de verduras pero con queso, porque no se acordaba de que no tomaba. La jefa ha traído un bizcocho, ella directamente no sabía que no tomaba leche ni huevos. En estos casos, no me siento demasiado mal, porque ya estoy acostumbrada, pero sí como un perro verde.

Me costó un poco salir del armario cuando me hice vegana, mucho más que cuando me hice vegetariana. Recuerdo cuando le dije a mi "suegra" que no tomaba leche ni huevos. Me preguntó porqué y le dije algo así como que para conseguirlos se explotaba igualmente a los animales y ella me contestó con una carcajada que retumbó la casa. Mi madre fue más delicada, pero también me dijo en su día que lo que hacía "era una tontería". Ella sabe que no lo es, que hay explotación y muerte detrás de los productos de origen animal y no sólo en la carne, pero como me dice: "tampoco vas a cambiar nada".

Me siento incomprendida y si no fuera por los apoyos que tengo, que sólo pueden venir de otros veganos, esto sería mucho más duro. Me duele esta incomprensión, no tanto por mí, que si me quieren ver rara, pues mira, sino por lo alejados que están de entender que los animales no son cosas y merecen respeto. Cada vez lo veo más claro, lo que hago es sólo eso: intentar vivir respetando la vida de los demás animales. Y por pensar y vivir así me tengo que sentir extraña?


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"Estamos atrapados en una época que no es la nuestra". Lo decía el otro día un compañero del foro de la UVE y me pareció una gran verdad (nota del 22 de octubre).

martes, 22 de septiembre de 2009

El fin de la historia?

Ahí estamos, no? En el mejor de los mundos, con sus cosillas que hay que limar, pero con los buenos principios. La esclavitud, el sometimiento de la mujer y los niños, la homofobia, entre otros, son cosas del pasado o de otros países. Aquí pueden quedar vestigios pero hay consenso en que se deben acabar. Vamos por el buen camino. Podemos irnos a dormir tranquilos.

Yo vivía en este mundo hasta que se me hundió. Se acabó: ahora tengo la conciencia de habitar un mundo que tortura y mata impunemente (eso se llama violencia institucionalizada) a otros animales y lo más triste de todo es que es un mundo que se dice compasivo, humano.

Ahora creo que entiendo a los que lucharon por la abolición de la esclavitud humana, por el reconocimiento de derechos civiles a minorías étnicas o la igualdad de derechos de las mujeres. Antes me sentía cercana a ellos, simpatizaba con ellos, pero no les entendía.

Pienso que debieron sentirse incomprendidos y algunas veces inseguros de sí mismos. Quizás no tenían la certeza de que la causa por la que luchaban fuera a triunfar algún día. Vivieron a contracorriente, pero con el valor que da el saber que algo no está bien y que debe cambiar.

Ahora sé que todavía hay mucho camino, mucho por lo que luchar.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Cosa de hembras

Soy una mujer o, lo que es lo mismo, una hembra de la especie animal que se hace llamar humana.

Un día hablaba por teléfono con mi madre y me decía que la Lio, la perrita de mis padres, se había puesto con el celo. El celo, al menos el de las perras, que es el que yo conozco, empieza con una ligera menstruación y sigue con un período en el que la perra está especialmente predispuesta al enamoramiento, por decirlo fino. Pues bien, casualmente ese mismo día yo me había puesto con la regla también. Me hizo gracia. Por lo visto, la luna no hace distinciones a la hora de influir en hembras, humanas o cánidas. Me sentí un poco más animal, más hembra, más cercana a mi hermanita Lio.

Foto ñoñeta:

martes, 15 de septiembre de 2009

Cenas con pimientos

Hoy le hago un homenaje al pimiento, y concretamente a los pimientos del huerto de mi padre. Todo el mundo me lo dice pero es que es verdad: tener un padre con huerto es un chollazo y en verano aún más. Tenemos más verdura de la que nos podemos comer... pero nos la comemos igual.

Primer plato, aunque más bien es un acompañamiento: coges un pimiento, de los anchotes con la carne gruesa. Los suelen vender rojos pero éste en concreto estaba todavía en proceso de maduración. Lo cortas en trozos un poco grandes y lo pones a macerar en el frigorífico con sal, aceite de oliva y vinagre de módena. Dura bastantes días en la nevera y como va absorviendo los sabores cada vez está más bueno.

Tachán!! Vitamina C por un tubo.



Y ahora una foto de una cena de hace un par de semanas. Cuscús con un poco de canela, comino, cilantro, piñones y frutos secos, y pisto (o samfaina), que es tomate, pimiento y cebolla fritos, aunque también se pueden poner otras verduras. De acompañamiento el pimiento macerado y unos tomatitos cherrys. Sí, salió una cena un poco monotemática, pero es que si no no damos abasto con los pimientos y los tomates del huerto. Ya pronto se acabarán y tendremos tiempo de echarlos de menos.



Otra cena con pimientos: bocadillo de pimientos con tofu. No puede ser más fácil. Coges unos dos pimientos por persona, mejor de los largos y verdes con la piel fina, y los partes en trozos alargados. Los fríes en abundante aceite de oliva. Cuando ya están casi listos, añades el tofu en lonchas ni muy finas ni muy gruesas. Nosotros pusimos casi medio paquete de tofu para dos, pero dependerá del hambre que tengais. Al final se salpimienta, se pone en el pan y listo. Quedó buenísimo! Pringoso y todo. Qué alegría!



Debo confesar que estas cenas no las hice yo, sino F., que cocina muy bien, casi tanto como yo... Él es el experto en pimientos :)

jueves, 10 de septiembre de 2009

Mis gatos, mi madre, mi churri

Hay personas que intentan evitar el posesivo cuando se refieren a los animales que viven con ellos. Yo lo respeto (faltaría más!), pero a mí se me hace raro, como artificial.

No veo que malo hay en decir, por ejemplo, "mi gato me ha despertado hoy a las 7 de la mañana", si no hay problema en decir "mi madre me ha llamado esta tarde" o "mi churri dice que no quiere ir a la playa". Yo es que no me veo diciendo "Misu, el gato que vive conmigo..." como no diría "Tal, la mujer que me parió y después me crió..." o "Tal otro, el hombre con el que sin tener ningún vínculo de sangre tengo una relación estrecha de convivencia y complicidad...". Sería bonito y daría lugar a la originalidad y al dar rienda suelta a la imaginación, pero también sería un poco cansino.

Por economía del lenguaje, yo voy a seguir usando los posesivos y si alguien quiere mal pensar y creer que cuando digo "mi gato" es que considero al dicho gato como si fuera "mi silla", por poner un ejemplo, que le vamos a hacer.

Es verdad que el uso del lenguaje no es neutral, pero hay cosas que por ahora creo que no voy a cambiar. Así que seguiré usando los posesivos cuando me refiera a los animales, humanos y no humanos, que hay en mi vida.

martes, 8 de septiembre de 2009

Domingo de sol

Este domingo por la mañana salimos a andar a una montaña cercana. Nos vamos en busca de un poco de naturaleza.

Por el camino nos encontramos con una concentración de vendedores de pájaros, imagino que congregados con motivo de la celebración de las fiestas de la ciudad. Los pájaros están expuestos en pequeñas jaulas, algunos casi ni caben en ellas, a pleno sol y al lado de carretera. Hay mucha gente, entre ellos niños que, lo estoy viendo, se encapricharán de alguno de ellos y no faltarán los padres irresponsables para complacerles.

Seguimos el camino y para mi sorpresa leo en una pared una gran pintada: go vegan! :)

Ya en la montaña descubrimos una casa de la que provienen ladridos. Me asomo y veo lo que esperaba: un recinto de jaulas y algunos perros de caza sueltos. A saber lo que tienen allí…

Un poco más adelante, caballos atados al borde de un camino. Alguien hace negocio alquilándolos para pasear en ellos. Efectivamente, de vuelta nos encontramos con gente que va paseándose sobre ellos. Siempre me entristece ver animales que no son libres, que dependen de la buena voluntad de las personas que son sus propietarios. Cuando hay dinero por medio es todavía peor, porque cuando el animal deje de ser rentable, en este caso el caballo, ya sea por viejo o enfermo, cuando ya no produce beneficio pero sí gastos, lo común es que el propietario se deshaga de ellos.

Ya de vuelta otra vez los pájaros, pienso que voy a escribir una carta al 20 minutos, que seguramente no me van a publicar: pero no estaba prohibido exponer animales para su venta?

Lo último: en una placita, un pony cargado de ataduras enganchado a un carrito. Qué mono, todos los niños quieren tocarlo. Pregunto y me entero que es de un particular que lo ha sacado a pasear para una misa rociera (no comment). Como es la gente, no? Si lo quería sacar a pasear le podría ahorrar las correas, llevárselo al campo y no a una ciudad supertransitada y dejarlo pacer y corretear a sus anchas.

En fin, quién cree todavía que la gente no trata a los animales como si fueran cosas?


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Nota de 2 de agosto de 2010: sobre la venta de pájaros, mi compañero escribió a los regidores y uno de ellos contestó diciendo que haría una pregunta en el pleno. Dijo que nos mantendría informados pero nunca más se supo de él. La parte positiva es que nos hemos pasado algunos domingos por allí y no hay ni rastro de los pajareros. Triunfo? Creemos que sí :-) A veces se trata de hacer algo y no quedarse con los brazos cruzados. Podemos hacer más de lo que nos pensamos.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Racismo

Una de las cosas que me repugna más en este mundo son las discriminaciones, sean del tipo que sean. Creo que son un insulto a la inteligencia, a la humanidad y a todo lo poco bueno que podamos tener.

Quería recomendaros unas películas que a mi parecer tratan el tema del racismo de una manera magistral. Una de ellas es Lejos del cielo. La vi hace unos años y me llegó al alma. Sin embargo si tuviera que elegir una película para hablar del racismo escogería Todos nos llamamos Alí, de Rainer W. Fassbinder. Me pareció increíble por la manera en que representa la miseria humana que es el racismo y sobre todo el vacío social hacia la persona que se revela contra lo establecido, en este caso una mujer que se enamora de un inmigrante bastante más joven que ella.

En fin, yo no soy crítica de cine pero os recomiendo mucho estas películas. A mí no me dejaron indiferente.

Conexiones con el vegetarianismo/veganismo? Discriminación, rechazo a las personas que se revelan contra lo establecido… Alguna hay.

lunes, 31 de agosto de 2009

Revoluciones y revoluciones

"La revolució dels petits gestos ha començat" ("La revolución de los pequeños gestos ha empezado") es el lema de una nueva campaña de la Generalitat de Catalunya para fomentar actos cívicos como el ahorro de agua, ir en bicicleta, prevenir incendios forestales o accidentes de tráfico. Un pequeño cambio, sumado con otros pequeños cambios, puede marcar la diferencia.

Me parece muy bien todo esto pero me gustaría que mi gobierno promoviese otro pequeño y revolucionario gesto y que hiciera publicidad de esta otra realidad: la ganadería es insostenible e insolidaria.

La ganadería es insostenible por:

- Supone un grandísimo gasto de agua, hasta el punto que sin ganadería ya no harían falta desalinizadoras y se solucionaría el problema de falta de agua.

- Es una actividad tremendamente contaminante. Produce más emisiones de gases de efecto invernadero que el que emite todo el transporte junto, incluidos los aviones.

- Es la actividad más contaminante, sólo superada por la industria y considerada la ganadería como un sector industrial, es el que más contamina.

La ganadería es una práctica insolidaria por:

- Si el grano que se destina a alimentación de la ganadería se destinase a consumo humano, el mundo entero podría comer. La realidad es que los países pobres no pueden pagar un grano que ellos mismos producen y que se acaba destinando a los animales que acabaran en el plato de la población de los países ricos. Para hacernos una imagen mental que puede ser orientativa: una persona podría vivir un mes alimentándose de la carne de una vaca, mientras que podría vivir un año alimentándose directamente del grano que ha consumido la vaca. El despilfarro de nutrientes es evidente.

- Siguiendo una dieta vegetariana no sólo todo el mundo podría comer, sino que gran parte de las tierras destinadas a cultivo se podrían recuperar para su reforestación, con lo cual le estaríamos haciendo un gran favor al medio ambiente, a los animales y a nosotros mismos.

Seguro que me dejo muchas cosas, pero creo que estos argumentos son más que suficientes para que un gobierno que quiere potenciar la ecología y la solidaridad se plantee promocionar el vegetarianismo, y ya no digo el veganismo. La triste realidad es que el gobierno no sólo no se atreve ni "a tocar" la industria ganadera, sino que básicamente es un sector que se mantiene a base de subvenciones y primas del Estado. Si no fuera por ellas los precios de los productos de origen animal serían tan caros que la mayoría de la gente no podría consumirlos o sólo de forma ocasional.

Está bien ver que en algunos países hay iniciativas que van en la línea de reducir el consumo de carne, como es el caso de Israel, Gante o Londres, que tienen su día sin carne a la semana.

Pero qué risa, cuando un gobierno te dice que vamos a hacer la revolución empieza a desconfiar. Las revoluciones siempre han sido transgresoras, rompedoras, suponen un antes y un después, aunque sea una revolución tan pacífica como la revolución de la cuchara.

A ver señores y señoras del gobierno cuando empiezan a promover un gesto tan pequeño pero tan revolucionario como elegir otro plato en el menú.

Si os interesa, en Internet y en bibliografía especializada encontrareis estudios sobre este tema. Os pueden interesar el documental Meat, the truth o este informe de la FAO, por poner sólo algún ejemplo.

viernes, 28 de agosto de 2009

Café bar vegano B-12

El viernes pasado, que todavía estaba de vacaciones (snif!), fuimos a pasar el día a Girona y de paso conocer el café bar B-12 (c/ Rutlla, 147-155) o al revés, no sé. Ya habíamos estado en Girona pero es tan bonita que merece la pena volver. Al B-12 fuimos a comer y me sorprendió la variedad de platos que había: 2 platos del día, ensaladas, tapas, bocadillos, hamburguesas y, para el postre, pasteles, helados y trufas. Todo vegano y ecológico! Tomamos el pastel de chocolate y plátano y el de limón y de verdad que estaban buenísimos. Lástima que me dejara la cámara de fotos porque además de buenos eran muy monos.

Comimos muy bien, pero lo mejor para mí con diferencia es la sensación de normalidad, de ir a comer a un sitio y no tener que preocuparte de si hay algo que se pueda comer, de tener que preguntar, de que te pongan caras raras...

Los que lo llevan son veganos y eso se nota, porque entonces no se trata sólo de un negocio sino de algo más. Yo ya se lo dije: ojalá que tuviéramos uno así en Barcelona. Pero es que tendría que haber muchos así en todas partes, para que los veganos comiéramos con normalidad y los que no lo son empezasen a ver el comer vegano como una cosa normal al descubrir que un pastel vegano no tiene nada que envidiar a uno que no lo es.

lunes, 24 de agosto de 2009

Chistes malísimos

Hoy es mi vuelta al trabajo y por eso traigo una de chistes, para desdramatizar. Son muy malos, pero es que son míos.

Un vegetariano muere atropellado por un coche y el día del entierro todos comentaban: "ves lo que le ha pasado por no comer carne?"

Otro:

Oye, sabías que la hija de menganita se ha hecho vegetariana, pero vegetariana de esas que no toman leche ni huevos. Cómo se llaman? Si tiene un nombre... Lo tengo en la punta de la lengua. Ya me acuerdo: requetevegetariana!

El último:

Se abre el telón y se ve la entrada de dos restaurantes. Uno es vegetariano y el menú cuesta 9 euros. El otro no es vegetariano y el menú sale por 12 euros.
Título de la película? La muerte tenía un precio.

El chiste sobre veganos más bueno que conozco y que evidentemente no es mío dice así:

Cuántos veganos hacen falta para cambiar una bombilla? Pues dos. Uno para cambiarla y otro para leer los ingredientes.

Y cuántos omnívoros para cambiar una bombilla? Ninguno. Prefieren estar a oscuras para no ver la realidad.

Un poco de sentido del humor, que no falte.

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Sobre el chiste de la bombilla, buenísimo: ¿Cuántos veganos hacen falta para cambiar una bombilla? (nota del 5 de enero de 2010)

miércoles, 19 de agosto de 2009

Viena (2)

Más cositas. El sábado por la noche, paseando por la plaza de la catedral de St. Stephan encontramos un estand de la asociación de defensa animal VGT. No es algo que no haya visto antes, e incluso participado, pero hace ilusión ver este tipo de actos cuando vas por estos mundos de Dios. A destacar, el pantallazo en el que proyectaban imágenes muy duras, muy reales... Fue triste, pero también muy satisfactorio ver que en todas partes hay gente que está dispuesta a remover conciencias.





Otro día me dió pena descubrir en el parque de atracciones del Prater una atracción que utilizaba animales. Hice una par de fotos:





Recuerdo haber visto atracciones con ponys a los que hacían dar vueltas. De hecho creo que me subieron una vez cuando era pequeña. Creía que era una cosa del pasado, pero veo que no.

Me dió mucha pena y rabia. Estaban sin vida, yo diría que deprimidos. No se movían ni interactuaban entre ellos. La gente les hacía caricias, pero lo que deberían ver es que no son cosas que deban ser utilizadas como diversión y expresar su desacuerdo quejándose o, como mínimo, no pagando para que sus hijos suban en ellos.

Me sentí un poco miserable por la suerte que tengo de tener libertad (entre comillas, pero libertad) por pertenecer a mi especie y por la libertad que les negamos a los que son de otra.

Poca cosa más para comentar. La semana que viene vuelta al trabajo. No lo quiero ni pensar :(

viernes, 14 de agosto de 2009

Viena (1)

Ya estoy de vuelta de Viena y tengo algunas cosillas para comentar.

Si pensais ir a Viena os recomiendo mirar las páginas de restaurantes de HappyCow y de VGT. De primera mano sólo puedo hablar de dos restaurantes. Para mí los dos son recomendables porque además de comer bien y a buen precio están muy céntricos.

El primero es el Bio Bar von Antun, que está al lado de la Judenplatz. Además de otros platos, entre semana ofrecen menú al mediodía y por menos de 8 euros tienes una sopa, un plato principal y una ensaladita. Lo que más ilusión me hizo es que tenían muchos pasteles y tiramisú vegano. Aquí teneis las fotos de un menú que hicimos: sopa de legumbres, un hojaldre relleno de mijo y una ensalada.





El segundo es el restaurante Kostlich, que está muy cerca del otro. Es un pequeño restaurante que es también una tienda de productos de dietética. Abre de lunes a viernes y sólo hasta las 18:00 horas. La carta consiste en dos sopas, dos platos principales, postres y ensaladas a elegir. La única pega es que al ser muy pequeño las mesas están muy pegadas y tienes la sensación de estar comiendo con el vecino, pero como los vieneses son tan silenciosos y educados pues tampoco es un problema. Allí descubrí la revista de los veganos de Austria, que para los que sepais alemán os la podeis descargar en pdf desde la sección de publicaciones de esta web: www.vegan.at

Los dos restaurantes ofrecen el menú de cada día de la semana por adelantado, que debe ser algo común allí. Son vegetarianos con platos veganos, que por cierto vienen marcados en la carta, pero me consta que en Viena también hay algún restaurante vegano.

En general, mi sensación fue que los austríacos van por delante nuestro un rato largo. Tengo la sensación de que allí todo el mundo sabe que es un vegano y no les suena a marciano como aquí. Por poner un ejemplo, un día pedimos un plato de falafel y hummus en un restaurante que no era vegetariano. Antes de pedirlo pregunté si llevaba alguna salsa con leche y antes de que acabase la frase el camarero ya me estaba diciendo que no llevaba ni leche ni huevo. Esto aquí no me ha pasado nunca.

Y ahora la gran sorpresa. Si paseais por las calles de Viena, y me imagino que de toda Austria, os podreis encontrar con este impactante cartel.



Cuando lo vi de lejos pensé que era otro anuncio de carne, pero no! La traducción de lo que dice es más o menos ésta: "No es un alimento. Es un ser vivo". El anuncio lo firma United Creatures y si visitais su página web vereis otros anuncios suyos. La cosa no es anecdótica porqué en el metro me topé con otro anuncio que invitaba a la gente a hacerse "veg". Mirad:



Yo nunca he visto algo parecido en España, pero tengo la esperanza de que algún día, espero que pronto, también se vean anuncios como éstos por aquí.

miércoles, 29 de julio de 2009

Restaurantes vegetarianos

El viernes pasado fuimos al Govinda, un restaurante vegetariano que está en el centro de Barcelona. Como siempre que vamos, antes de entrar nos aseguramos que haya alguna opción vegana en el menú. Normalmente pregunto si hay platos sin leche ni huevos, pero esta vez pregunté directamente si había platos veganos. Pues el camarero nos suelta que qué es eso, que si es que no comemos ajo ni cebolla. Increible que en un restaurante vegetariano tengas que explicar que es comer vegano. Una vez se lo aclaré nos dijo que los primeros eran veganos, de segundo había unos macarrones con queso pero que se podía no poner y los terceros eran veganos también. Vale, pues F. se pide los macarrones sin queso y, sorpresa, se los traen con queso. Genial. De terceros pedimos uno de cada y, sorpresa otra vez, resulta que uno de los platos llevaba queso. Me levanto y me voy para otro camarero, ya que vi que el que nos había atendido estaba de un empanado considerable. Se llevaron el plato con queso, no sin antes comentar que "lleva muy poco queso".

Me gustaría que al menos en los restaurantes vegetarianos se supiera que es un vegano porque estoy un poco harta de ver caras de extrañeza al pedir un plato sin leche ni huevos. Otra cosa que me gustaría es no tener que preguntar si un plato es vegano. En algunos sitios tienen la delicadeza de marcarlos en la carta y así te ahorras andar preguntando y que te den respuestas erróneas porque el camarero está agobiado, cansado, no quiere preguntar al cocinero o simplemente le importa tres pepinos. Hay gente que dice que tiene alergia o intolerancia porque es la única manera de que los tomen en serio, pero tampoco me gusta mentir porque creo que pedir vegano es una manera de hacer visible.

Otra queja: la compota de manzana y el batido de frutas está muy bien pero a los veganos también nos gustan los pasteles y los helados. Si yo los hago en mi casa y todo el mundo queda satisfecho, por qué no los pueden hacer ellos?

Pero mi demanda mayor es que haya más restaurantes veganos. La fórmula de los restaurantes vegetarianos funciona muy bien porque comer vegetariano es sinónimo de comer saludable, pero la fórmula vegana funciona en muchos países y lo bueno es que no sólo se basan en el argumento de la salud sino también en el de la ética.

Y después de esta parrafada, deciros que por fin estoy de vacaciones. Bien!! La semana que viene me voy a Viena y ya tengo toda una lista de restaurantes que he sacado de HappyCow.

miércoles, 22 de julio de 2009

Vegana... con mucho gusto

En un artículo de revista de alimentación que tenía que catalogar en el trabajo (soy algo así como bibliotecaria) se comentaba que no sé qué se tendría que hacer a menos que nos resignásemos a ser vegetarianos. No será ésta la primera ni la última vez que se presente el vegetarianismo como una especie de penitencia. Ya no digo el veganismo.

A mí, como a muchos otros veg*anos, me gusta comer y disfruto mucho comiendo y ahora más que nunca, porque no sólo como cosas muy buenas sino que no están manchadas de sangre. Nunca hasta ahora había cocinado y comido con tanta alegría. Igual que digo una cosa digo la otra: hay veces que pienso, "madre mía y ahora que preparo?", pero esto no es algo que no le pueda pasar a alguien que coma "de todo". Mira, se trata de echarle imaginación a la cosa y los platos van saliendo.

Hace un tiempo pasaban un anuncio por la tele en el que dos mujeres eran presentadas y una decía: "Lesbiana, es un placer". Jeje, muy bien traído. De hecho, todavía hay gente que piensa que las lesbianas se pierden algo por no acostarse con hombres. Pues bien, con un juego de palabras parecido yo les diría bien alto a todos los que piensan que comer vegetariano es una privación: "Vegana, con mucho gusto".

lunes, 20 de julio de 2009

Esquizofrenia moral

Este sábado en el metro iba un chico con un hurón en los hombros y, como suele pasar ante un perrito, gatito o niño mono, a algunas personas se les dibujaba una sonrisa en la cara al ver la estampa. En concreto había una pareja con sus dos hijas a los que se les caía la baba y las palabras que me vinieron a la mente fueron: esquizofrenia moral. Me imaginé que esa familia tan amorosa con el hurón seguramente llegarían a casa y cenarían un pollo, un conejo o cualquier otro animal. Y éste es sólo un ejemplo entre miles de la esquizofrenia moral en la que vivimos inmersos.

El término, que a mí me parece muy acertado, aparece en el libro de Pablo de Lora, Justicia para los animales: la ética más allá de la humanidad (Madrid: Alianza, 2003). Es un libro que se encuentra en librerías y bibliotecas públicas. A mí me resultó algo complejo, pero os lo recomiendo.

jueves, 16 de julio de 2009

Dudo, me equivoco?

Una ida de pelota... Me imagino un cuento: una mujer duda de lo que hace, de ser vegana. Su madre le dice que las cosas son como son, que siempre han sido así, que no van a cambiar, que se complica la vida, que se va a quedar sola. Ese día se va a dormir con la duda de si lo que hace es lo correcto: si yo soy una minoría, estaré equivocada, pero yo en mi corazón sé que lo que hacemos con los animales es una gran injusticia.

Se despierta, nota algo raro en el ambiente, se viste para ir a trabajar y cuando sale a la calle un hombre corpulento se acerca a ella y empieza a gritarle que es una puta, que como se atreve a salir así vestida. La agarra por un brazo y se lo retuerce. Todos alrededor, hombres y mujeres, la miran con rabia, como con odio. No lo entiende. Cuando logra liberarse vuelve corriendo a casa. Allí encuentra a su madre, completamente tapada. Le explica llorando lo que le ha pasado y la madre, con lágrimas en los ojos, le dice que cómo ha hecho eso, que si se ha vuelto loca, que como se atreve a salir a la calle con los brazos y las piernas al descubierto, que qué van a pensar de ella, que esperemos que no la haya visto ningún conocido… Ella dice que se tiene que ir a trabajar y la madre vuelve a reprenderla: que ella no ha ido nunca a trabajar, que su sitio está en casa, porque así es como son las cosas, como han sido siempre…

Pero yo en mi corazón sé que esa es una gran injusticia. Esta noche no me iré a la cama con la duda, ahora entiendo: no me voy a quedar en casa; tengo que cambiar el mundo.

lunes, 13 de julio de 2009

La niña y la leche

Os explico algo que vi hace ya un tiempo en el programa de TV3 "Caçadors de bolets" (cazadores de setas). El programa consistía en seguir un grupo de "boletaires" en su búsqueda de setas. En éste en concreto van por la montaña y aparece una vaca pastando. Entonces el presentador pregunta a una niña: a ti te gusta la leche de vaca? Y la niña contesta poniendo cara de asco: La de vaca no… la del supermercado.

Esto me recordó a mí misma que cuando era pequeña y me llevaban al pueblo de mis padres no podía tomar la carne y la leche de casa de mi abuela y me la tenían que comprar del super. Aquella carne y leche olían a los animales con los que había estado jugando y me resultaba repugnante tomarme aquello.

Una vez más, una muestra de cómo vivimos en una burbuja: la bandejita plastificada de carne y el tetrabrik de leche los encontramos en el supermercado completamente "desanimalizados". Parece que hayan llegado allí como por arte de magia y es muy fácil hacer ver que detrás no hay nada, ni sufrimiento ni muerte. Parece que hayan aparecido allí como un bolet, nunca mejor dicho.

miércoles, 8 de julio de 2009

No sabes lo que te pierdes

Esto lo puse hace un tiempo en el Foro de la UVE con el título Idea para un corto

"Trabajo en una zona moderna del Raval de Barcelona. Cuando salgo tarde veo el ambiente cool de los restaurantes, pero por la mañana, cuando llego al trabajo, muchas veces veo a los hombres con delantal blanco descargando de los camiones frigoríficos los cuerpos de vacas abiertas. El contraste repugnante me ha inspirado esta idea que bien podría ser un corto.

Se titularía No sabes lo que te pierdas y sería más o menos así:

Se ve un grupo de amigos, chicos y chicas, cenando en un restaurante. Son jóvenes, guapos y cultos. Conversan y ríen. El restaurante es bonito, moderno, íntimo. Piden los platos, una de ellas pide solomillo y otra un cous cous con garbanzos. Uno de ellos se dirige a la chica que ha pedido el cous cous: desde cuando eres vegetariana? Entre risas, otro comenta: no sabes lo que te pierdes.

A continuación se oye el murmullo de sus voces, traen los platos y la cámara se fija en el solomillo. Hay una marcha atrás en la historia del solomillo. Las escenas se van cortando con breves fundidos en negro. Las escenas son: traen el plato a la mesa, lo cocinan, descargan la carne de los camiones frigoríficos, preparan la carne en el matadero, matan el animal, el animal siendo transportado al matadero, el animal en la granja adulto y después joven, el animal naciendo.

Se repite la misma escena del restaurante: vemos al grupo de amigos, piden los platos, el mismo comentario: no sabes lo que te pierdes.

Ahora la cámara se fija en el plato de cous cous. A continuación vemos un campo de trigo en un día soleado, el aire mueve las espigas y sentimos el silencio y la paz."

lunes, 6 de julio de 2009

Tortilla sin huevo (vegana) de harina de maíz

Ayer domingo fuimos a hacer una visita a nuestro sobrinito, que ya pronto va a hacer 3 meses. Está tremendo de guapo y ahora ya sonríe. Bueno, el caso es que nos llevamos una tortilla para comer.

La receta es de mi madre, que se la pasó una amiga que tiene problemas de colesterol y no puede tomar huevos. Mi madre ha substituido la leche de vaca por la de soja y el resultado es una tortilla vegana buenísima. Para mi gusto, más ligera que la de harina de garbanzo.

Ingredientes (para 4 personas):

1 vaso y medio de leche de soja
Harina de maíz precocida (a ojo, no confundir con la harina de maíz Maizena)
1 cucharadita de levadura
Patatas (dos patatas grandes por persona, más o menos)
1 cebolla
Aceite de oliva virgen
Sal

Preparación:

Freír las patatas cortadas finas y la cebolla en abundante aceite con un poco de sal hasta que las patatas estén blandas.

Mezclar la leche de soja con la levadura y la harina de maíz. La textura resultante debe ser líquida porque al añadir las patatas se vuelve más espesa.

Añadir las patatas a la mezcla de leche de soja y cocinar como cualquier tortilla. Freír en una sartén con un poco de aceite y dar la vuelta hasta conseguir que quede dorada por las dos caras.



martes, 30 de junio de 2009

Unos sí, otros no

Hace ya unos meses estaba yo planchando y de fondo escuchaba "Médico de familia", serie ñoña donde las haya, que la pasaban por uno de esos canales de la TDT que reponen series. El caso es que en ese capítulo el abuelo va de caza y trae un conejo y a la hija mayor le da mucha pena y no lo quiere comer. Están a la mesa y la niña rechaza el conejo y pide pescado. Entonces el abuelo le dice que si no come conejo tampoco debería comer pescado. Me hizo gracia, porque estoy de acuerdo con el abuelo, ya que tanto uno como el otro tenían el mismo derecho de vivir, pero me hubiera gustado que la niña hubiera sido un poco avispada y le hubiera preguntado al abuelo: "Pues si nos comemos el conejo y el pescado, porque no nos comemos el gato o el perro?". De hecho en muchos países no se comerían un conejo y en otros los perros y gatos forman parte de su dieta, no? Evidentemente esto no pasó: el tema quedó zanjado entre risas y la niña quedó como una sensiblona que había aprendido una dura lección de la vida: que los animales están ahí para comérnoslos. Bueno, unos sí y otros no.

jueves, 25 de junio de 2009

Mi coca de San Juan vegana

Este San Juan teníamos un reto: hacer la coca vegana. Yo no las tenía todas, para variar, pero el resultado ha sido bastante bueno, de notable alto diría yo.

El año que viene más…

Ingredientes:

300 g de harina
50 g de margarina vegetal
60 g de azúcar (o más, si sois muy golosos)
35 g de levadura de panadería
2 cucharadas de harina de soja diluidas en 6 cucharadas de agua
100 ml de leche de soja
50 g de almendra molida
Ralladura de limón
100 g de frutas confitadas
50 g de piñones
Sal

Preparación:

Deshacer la levadura en la leche de soja tibia. En un bol a parte mezclar la margarina a temperatura ambiente con la ralladura de limón y 200 g de harina. Ir añadiendo el resto de ingredientes y mezclarlos hasta conseguir una masa fina y suave que no se enganche en los dedos. Amasarla con las manos, formar una bola y dejarla en reposo unos 15 minutos en un bol, tapada con un paño.

Untar la bandeja que irá al horno con un poco de margarina vegetal. Estirar la masa sobre la bandeja y darle la forma ovalada típica de la coca. Taparla con un paño y dejarla reposar unos 45 minutos más.

Por último, pintamos la coca con un poco de la mezcla de agua y azúcar y la decoramos con las frutas confitadas y los piñones.

Precalentar el horno a 170º. Hornear la coca a esta temperatura unos 20-25 minutos o hasta que veamos que está doradita.

Bon profit!



lunes, 22 de junio de 2009

Bidones y cucharas

Cerca de donde vivo hay una colonia de gatos, que yo sepa la única de mi ciudad controlada por una asociación que colabora con el ayuntamiento. Resulta que ahora van a hacer unas obras en el lugar donde ellos viven, un espacio cercado donde pueden resguardarse y la cuidadora les lleva comida y agua. Conozco esta mujer y siempre me explica como hay gente que mete los perros, sierran los barrotes del vallado, les tiran cosas, etc. Una Navidad los envenenaron y cada dos por tres abandonan nuevos gatos. De hecho, mi gato Misu, el mayor de los dos que tengo, lo recogimos de allí. No creo que explique nada que no sea el pan nuestro de cada día de una colonia de gatos y eso que es la colonia controlada de mi ciudad! En fin, con las obras y la renovación del espacio ya no hay lugar para los gatos. Qué panorama se les presenta a estos animales? La cuidadora ha removido cielo y tierra, pero el ayuntamiento y la asociación que se supone que gestiona la colonia dan unas soluciones irrisorias: un pequeño vallado donde ponerles comida y que se busquen la vida. Pero si sierran los barrotes del recinto donde están ahora, qué van a aguantar unas vallas provisionales ante el vandalismo del personal de mi ciudad?

Me contaba que el otro día pilló in fraganti una perla que iba a abandonar su gato en la colonia. Remarco el su, porque la desalmada no paraba de repetir: "Es mi gato". Claro, es mío, mi propiedad y hago con él lo que me rota. Está claro, en este mundo los animales son tratados como propiedades, cosas, productos. De ahí su total desprotección.

En mi cabeza veo esta imagen: tanta gente llenando el mundo de cubos, bidones de mierda y unos pocos intentando sacarla a cucharaditas. Bidones de muchos contra cucharaditas de pocos. Es muy triste, mucho. Mi único consuelo es que hay gente que hace en lugar de deshacer, que se mete en la mierda si hace falta, aunque haya que ensuciarse los zapatos.

viernes, 19 de junio de 2009

Animales extraordinarios

Los jueves por la noche en el Canal 33 (Televisió de Catalunya) hacen la serie documental "Animals extraordinaris". En cada capítulo se centran en una especie y en descubrir sus capacidades, muchas veces sorprendentes.

A mí me parece interesante porque no es demasiado sensacionalista, dan opiniones de expertos y, lo más importante, es un programa de divulgación que derrumba el mito de que los animales no tienen ninguna capacidad de razonamiento y actúan como simples autómatas. Lo que menos me gusta es que los protagonistas suelen ser animales adiestrados.

El caso es que ayer le tocó el turno a los cerdos y quedó claro que son animales con una inteligencia comparable a la de un niño de 3 años. Entre otros cerdos, aparecía una cerdita vietnamita, Nellie, que era un prodigio y su "dueña" lo aprovechaba para llevarla de gira y de paso sacarle un provecho. En una parte del espectáculo, Nellie tenía que rebuscar en un montón de letras para deletrear su nombre: JAM (jamón). Supongo que pretendía hacer gracia pero a mí me pareció sórdido. En otro momento, la señora gritaba al público: "No comáis cerdo, comed ternera" (la madre que la parió!). También me sorprendió que la mujer comentase que "los cerdos suelen ser llevados a la cazuela a los pocos meses, así que es un milagro que Nellie con 15 años todavía esté haciendo espectáculos". Pero que hay de milagroso? Si a esos animales los dejasen vivir también llegarían a los 15 años o más.

Recuerdo el caso de otra mujer que vivía también con un cerdo vietnamita y tenía una pata de jamón presidiendo la cocina. Estas cosas me cuesta comprenderlas. Ya me cuesta entender que tengas un gato y te comas un cerdo, que es una cosa que he hecho yo durante casi toda mi vida pero todavía no logro entender, pero cuando se trata de la misma especie me parece increíble. Bueno, increíble o no tanto: a veces los humanos hacemos unas desconexiones tan bárbaras y sorprendentes que tendrían que dedicarnos uno o varios "Animals extraordinaris" para intentar resolver esta cuestión.

miércoles, 17 de junio de 2009

Una sonrisa, por favor

Sonrisas de Bombay es una ONG que creó Jaume Sanllorente, un joven periodista catalán, para salvar de la prostitución y otras miserias a niños y niñas huérfanos de la India. Hace un tiempo le hacían una breve entrevista en las noticias de la televisión catalana y le preguntaban algo así como qué podría hacer cada persona para intentar mejorar el mundo. Su respuesta fue que la gente debería empezar por sonreír a sus vecinos. Al principio no lo entendí mucho, pero ahora me parece que tiene toda la razón.

A veces nos perdemos en grandes proyectos y nos olvidamos de lo más básico, el trato amable con los que nos rodean. No sé si seré la única, pero me ha pasado de dar un hola y una sonrisa a un vecino o un compañero del trabajo y haber recibido a cambio pura indiferencia. También puede haber pasado que de tanta sonrisa y hola no retornados yo misma haya dejado de darlos, pues tan poco valor parece que tienen. El resultado es una bola que crece y crece, una bola de hostilidad y desconfianza hacia el otro. Al final nos volvemos huraños y reservamos las sonrisas para el círculo exclusivo de los que creemos que las merecen.

Realmente, una persona que reparte sonrisas es un tesoro y mucho más en los tiempos que corren.

lunes, 15 de junio de 2009

Repáparos

Los repáparos son una receta parecida a los churros que mi madre nos preparaba algunos domingos para desayunar cuando yo era pequeña. Hace poco los hemos recuperado del baúl de los recuerdos y ahora siempre que F. (mi compañero) y yo vamos a visitar a mis padres nos están esperando con una buena bandeja de repáparos. Ayer hubo repáparos… buenísimos!

Ingredientes (para 4 personas):

Harina (a ojo)
1 sobre doble de gaseosa (nosotros usamos la de la marca “El tigre”)
Agua (1 vaso o vaso y ½)
Aceite
Sal

Preparación:

Se calienta un poco de agua hasta que quede tibia. En un bol se pone el agua, el sobre doble de gaseosa y un poco de sal. A continuación se añade la harina hasta que la textura quede como la de una papilla ni muy líquida ni muy espesa. Tomamos cucharadas de la pasta y las freímos en abundante aceite caliente. Que se frían por las dos caras.

Si no teneis problemas con el azúcar, podeis espolvorear un poco por encima y quedan todavía mejor.



viernes, 12 de junio de 2009

Barbarie o tradición?

Ayer daban la noticia del toro de Coria en un canal de televisión (no sé exactamente cual porque estaba en la cocina y la escuché muy por encima). El caso es que, como siempre, planteaban la postura de defensores y detractores de la "fiesta", pero lo que a mí me sorprendió fue la frase con la que cerraban la noticia: "Barbarie o tradición? El eterno dilema".

Lo único que quiero decir es que a estas alturas contraponer barbarie a tradición me parece increible. Qué tiene que ver una cosa con otra? Es que una tradición no puede ser bárbara? Es que el hecho de que algo sea tradicional lo justifica? También la ablación del clítoris de niñas en algunos paises o el ahorcamiento ritual de los galgos que ya no sirven para la caza en algunos lugares de España, por poner sólo algunos ejemplos, son una tradición y a nadie se le ocurriría justificarlos por esta razón. Lo que digo aquí lo sabe cualquiera que quiera pensar y ser un poco crítico. La pena es que algunos redactores de noticias, sabiendo que van a llegar a tanta gente, no pongan un poco más de cuidado y pasen por alto cosas tan básicas.

miércoles, 10 de junio de 2009

No son un juguete

Es el lema de una campaña que promueve la tenencia responsable de "animales de compañía". Creo que ya tiene unos años pero de vez en cuando van saliendo campañas parecidas. El otro día me topé con un cartel de la campaña en el que se ve un perro y un gato, y enseguida se me encendió la lucecita y me imaginé otro cartel, pero esta vez con una vaca y un cerdito bajo la frase "no son un sandwich de jamón y queso". Yo lo veo claro.

sábado, 6 de junio de 2009

Verdura y amor

He decidido inaugurar el blog con este título tan ñoñete. Aquí viene la explicación: en una exposición del Caixaforum, "Historias animadas" se llamaba, pasaban cortos de animación y uno de ellos trataba de los pensamientos de un pez desde que era comprado hasta que era cocinado en un horno. El pez estaba muerto pero se oían sus reflexiones como voz en off. Lo compraba un chico joven y lo llevaba en su bici camino de casa. En un momento pasaban por un puente sobre un río y el pez le pedía que se parase y lo dejase volver al agua. No recuerdo muy bien, pero el pez canturreaba una canción y una de las cosas que decía era: "verdura y amor". Mirad, aquellas palabras se me quedaron grabadas.

Verdura y amor, dos palabras realmente bonitas e interconectadas (y ñoñas, como ya he dicho), al menos para aquellos que hemos optado por la verdura, entiéndase una dieta vegetariana, por amor a los demás animales. Nuestra dieta se ha convertido en un acto de amor, no lo veis así? Bueno, a lo mejor más que de amor habría que hablar de justicia, de respeto... En cualquier caso, mi dieta se ha enriquecido enormemente, aunque en apariencia se pueda creer lo contrario, se ha llenado de verdura y amor!

Por cierto, el autor del corto es Yusuke Sakamoto y la obra "Yakizakana no Uta" (algo así como "Canción del pez al horno").