jueves, 29 de julio de 2010

Ganaron los toros

Ayer el Parlamento de Cataluña aprovó la ILP Prou para la abolición de las corridas de toros en Cataluña. Ganaron los toros!

Muchos medios han hecho una lectura en clave política, por aquello de que las relaciones entre Cataluña y España (o el resto de España) no están en su mejor momento, y seguramente ha jugado su papel, pero la gente que está detrás de la ILP y estoy convencida que la gran mayoría de la gente que la apoya, está motivada puramente por intereses altruistas: la defensa de los derechos de los animales.

Los compañeros de Prou nos han demostrado que con convicción y principios se puede llegar muy lejos. Tampoco hay que olvidar el gran esfuerzo que han hecho. Por eso quiero agradecer a los miembros de la plataforma lo mucho que han trabajado para que este sueño se haga realidad, sin olvidar a toda la gente que de una manera u otra también han contribuido a ello (federatios, firmantes y diputados que han dado su voto al sí).

David ha ganado a Goliat. Los toros han ganado y, sobre todo, se ha abierto un camino de esperanza para los animales... Queremos que esto sea sólo el principio.

martes, 20 de julio de 2010

Cambiar: lo que dice el Dalai Lama

En el libro del Dalai Lama y Howard C. Cutler, El arte de la felicidad (Barcelona: Grijalbo, 1999), dedica un capítulo al cambio, que sería necesario para alcanzar la felicidad, eliminando los comportamientos y estados mentales negativos por otros positivos.

Según el Dalai Lama, para cambiar, sea cual sea el objetivo perseguido, son necesarios estos requisitos:

a) Aprendizaje, educación
b) Convicción
c) Determinación
d) Acción
e) Esfuerzo
f) Entusiasmo
g) Sentido de la urgencia

El aprendizaje y la educación nos ayudan a desarrollar el convencimiento de que necesitamos cambiar. La convicción se debe cultivar para convertirla en determinación. El siguiente paso es la acción. Una determinación firme permite realizar un esfuerzo continuado para alcanzar el cambio. Al margen del objetivo que se quiera alcanzar, se necesita desarrollar un fuerte deseo de hacerlo, se necesita entusiasmo y un sentido de la urgencia. De lo contrario podríamos caer en la tentación de aplazar el cambio y finalmente olvidarlo.

Esta receta del cambio me parece muy acertada y si la aplico a mi cambio, convirtiéndome primero en vegetariana y después en vegana, creo que cuadra perfectamente. No me hubiera hecho vegana sin información (aprendizaje), sin convicción de que la realidad que estaba conociendo era injusta y sin la determinación de la necesidad del cambio, que era urgente. En mi cambio tampoco faltó el entusiasmo, que me planteé como un reto, pero vivido con ilusión.

Por otra parte, el cambio que plantea el Dalai Lama es para una mejora personal y aún así cuesta mucho. En nuestro caso, se trata de un cambio que no nos beneficia a nosotros directamente, ya que las víctimas son otros. Creo que eso lo complica más, para desgracia de los animales. De todas formas, esto no lo acabo de ver claro: ser consciente de tanta injusticia, de alguna manera te convierte en víctima , pero para eso hace falta tener sentido de la empatía.

Seguiré con este tema... Ay, que ya queda poquito para las vacaciones y la semana que viene se vota la ILP Prou. Podemos estar a punto de vivir momentos históricos!

miércoles, 7 de julio de 2010

Cambiar

Para que el maltrato animal en el que se asienta nuestra sociedad acabe, hará falta que los miembros de esa sociedad cambien hacia unos hábitos de vida que no impliquen la explotación y muerte de otros animales. Cómo puede suceder ese cambio? Para mí es una incógnita. Después de escuchar la opinión de gente que lleva tiempo en esto y a partir de la propia experiencia, viendo la actitud general de la gente, se puede decir que si los animales dependen de una revolución moral, de cada individuo, lo tienen muy crudo. Parece que el cambio puede ser gradual y asumido lentamente por la mayoría. Pongamos un ejemplo: si se acaba prohibiendo el uso de animales en los espectáculos circenses, llegará un día no muy lejano donde la gente se indignará ante la sola idea de su existencia en el pasado. La ley les habrá marcado una pauta moral que habrán asumido con éxito. Sin embargo, en una sociedad donde el circo con animales es común, sólo algunos individuos se revelarán contra él y por tanto contra la pauta. Por qué unos sí y otros no?

Me interesa mucho el tema del cambio, quizá porque el mío propio me sorprende: pasar de comer animales a no tomar productos de origen animal y además convertir la lucha por los derechos de los animales en algo central en mi vida.

En algunas de las entradas siguientes quiero tratar sobre el tema del cambio. A ver que nos sale...