Este sábado en el metro iba un chico con un hurón en los hombros y, como suele pasar ante un perrito, gatito o niño mono, a algunas personas se les dibujaba una sonrisa en la cara al ver la estampa. En concreto había una pareja con sus dos hijas a los que se les caía la baba y las palabras que me vinieron a la mente fueron: esquizofrenia moral. Me imaginé que esa familia tan amorosa con el hurón seguramente llegarían a casa y cenarían un pollo, un conejo o cualquier otro animal. Y éste es sólo un ejemplo entre miles de la esquizofrenia moral en la que vivimos inmersos.
El término, que a mí me parece muy acertado, aparece en el libro de Pablo de Lora, Justicia para los animales: la ética más allá de la humanidad (Madrid: Alianza, 2003). Es un libro que se encuentra en librerías y bibliotecas públicas. A mí me resultó algo complejo, pero os lo recomiendo.
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