Hoy es uno de esos día en los que me siento marciana.
Se despedía una compañera de trabajo y ha traído pizza, de verduras pero con queso, porque no se acordaba de que no tomaba. La jefa ha traído un bizcocho, ella directamente no sabía que no tomaba leche ni huevos. En estos casos, no me siento demasiado mal, porque ya estoy acostumbrada, pero sí como un perro verde.
Me costó un poco salir del armario cuando me hice vegana, mucho más que cuando me hice vegetariana. Recuerdo cuando le dije a mi "suegra" que no tomaba leche ni huevos. Me preguntó porqué y le dije algo así como que para conseguirlos se explotaba igualmente a los animales y ella me contestó con una carcajada que retumbó la casa. Mi madre fue más delicada, pero también me dijo en su día que lo que hacía "era una tontería". Ella sabe que no lo es, que hay explotación y muerte detrás de los productos de origen animal y no sólo en la carne, pero como me dice: "tampoco vas a cambiar nada".
Me siento incomprendida y si no fuera por los apoyos que tengo, que sólo pueden venir de otros veganos, esto sería mucho más duro. Me duele esta incomprensión, no tanto por mí, que si me quieren ver rara, pues mira, sino por lo alejados que están de entender que los animales no son cosas y merecen respeto. Cada vez lo veo más claro, lo que hago es sólo eso: intentar vivir respetando la vida de los demás animales. Y por pensar y vivir así me tengo que sentir extraña?
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"Estamos atrapados en una época que no es la nuestra". Lo decía el otro día un compañero del foro de la UVE y me pareció una gran verdad (nota del 22 de octubre).
miércoles, 30 de septiembre de 2009
martes, 22 de septiembre de 2009
El fin de la historia?
Ahí estamos, no? En el mejor de los mundos, con sus cosillas que hay que limar, pero con los buenos principios. La esclavitud, el sometimiento de la mujer y los niños, la homofobia, entre otros, son cosas del pasado o de otros países. Aquí pueden quedar vestigios pero hay consenso en que se deben acabar. Vamos por el buen camino. Podemos irnos a dormir tranquilos.
Yo vivía en este mundo hasta que se me hundió. Se acabó: ahora tengo la conciencia de habitar un mundo que tortura y mata impunemente (eso se llama violencia institucionalizada) a otros animales y lo más triste de todo es que es un mundo que se dice compasivo, humano.
Ahora creo que entiendo a los que lucharon por la abolición de la esclavitud humana, por el reconocimiento de derechos civiles a minorías étnicas o la igualdad de derechos de las mujeres. Antes me sentía cercana a ellos, simpatizaba con ellos, pero no les entendía.
Pienso que debieron sentirse incomprendidos y algunas veces inseguros de sí mismos. Quizás no tenían la certeza de que la causa por la que luchaban fuera a triunfar algún día. Vivieron a contracorriente, pero con el valor que da el saber que algo no está bien y que debe cambiar.
Ahora sé que todavía hay mucho camino, mucho por lo que luchar.
Yo vivía en este mundo hasta que se me hundió. Se acabó: ahora tengo la conciencia de habitar un mundo que tortura y mata impunemente (eso se llama violencia institucionalizada) a otros animales y lo más triste de todo es que es un mundo que se dice compasivo, humano.
Ahora creo que entiendo a los que lucharon por la abolición de la esclavitud humana, por el reconocimiento de derechos civiles a minorías étnicas o la igualdad de derechos de las mujeres. Antes me sentía cercana a ellos, simpatizaba con ellos, pero no les entendía.
Pienso que debieron sentirse incomprendidos y algunas veces inseguros de sí mismos. Quizás no tenían la certeza de que la causa por la que luchaban fuera a triunfar algún día. Vivieron a contracorriente, pero con el valor que da el saber que algo no está bien y que debe cambiar.
Ahora sé que todavía hay mucho camino, mucho por lo que luchar.
viernes, 18 de septiembre de 2009
Cosa de hembras
Soy una mujer o, lo que es lo mismo, una hembra de la especie animal que se hace llamar humana.
Un día hablaba por teléfono con mi madre y me decía que la Lio, la perrita de mis padres, se había puesto con el celo. El celo, al menos el de las perras, que es el que yo conozco, empieza con una ligera menstruación y sigue con un período en el que la perra está especialmente predispuesta al enamoramiento, por decirlo fino. Pues bien, casualmente ese mismo día yo me había puesto con la regla también. Me hizo gracia. Por lo visto, la luna no hace distinciones a la hora de influir en hembras, humanas o cánidas. Me sentí un poco más animal, más hembra, más cercana a mi hermanita Lio.
Foto ñoñeta:
Un día hablaba por teléfono con mi madre y me decía que la Lio, la perrita de mis padres, se había puesto con el celo. El celo, al menos el de las perras, que es el que yo conozco, empieza con una ligera menstruación y sigue con un período en el que la perra está especialmente predispuesta al enamoramiento, por decirlo fino. Pues bien, casualmente ese mismo día yo me había puesto con la regla también. Me hizo gracia. Por lo visto, la luna no hace distinciones a la hora de influir en hembras, humanas o cánidas. Me sentí un poco más animal, más hembra, más cercana a mi hermanita Lio.
Foto ñoñeta:
martes, 15 de septiembre de 2009
Cenas con pimientos
Hoy le hago un homenaje al pimiento, y concretamente a los pimientos del huerto de mi padre. Todo el mundo me lo dice pero es que es verdad: tener un padre con huerto es un chollazo y en verano aún más. Tenemos más verdura de la que nos podemos comer... pero nos la comemos igual.
Primer plato, aunque más bien es un acompañamiento: coges un pimiento, de los anchotes con la carne gruesa. Los suelen vender rojos pero éste en concreto estaba todavía en proceso de maduración. Lo cortas en trozos un poco grandes y lo pones a macerar en el frigorífico con sal, aceite de oliva y vinagre de módena. Dura bastantes días en la nevera y como va absorviendo los sabores cada vez está más bueno.
Tachán!! Vitamina C por un tubo.
Y ahora una foto de una cena de hace un par de semanas. Cuscús con un poco de canela, comino, cilantro, piñones y frutos secos, y pisto (o samfaina), que es tomate, pimiento y cebolla fritos, aunque también se pueden poner otras verduras. De acompañamiento el pimiento macerado y unos tomatitos cherrys. Sí, salió una cena un poco monotemática, pero es que si no no damos abasto con los pimientos y los tomates del huerto. Ya pronto se acabarán y tendremos tiempo de echarlos de menos.
Otra cena con pimientos: bocadillo de pimientos con tofu. No puede ser más fácil. Coges unos dos pimientos por persona, mejor de los largos y verdes con la piel fina, y los partes en trozos alargados. Los fríes en abundante aceite de oliva. Cuando ya están casi listos, añades el tofu en lonchas ni muy finas ni muy gruesas. Nosotros pusimos casi medio paquete de tofu para dos, pero dependerá del hambre que tengais. Al final se salpimienta, se pone en el pan y listo. Quedó buenísimo! Pringoso y todo. Qué alegría!
Debo confesar que estas cenas no las hice yo, sino F., que cocina muy bien, casi tanto como yo... Él es el experto en pimientos :)
Primer plato, aunque más bien es un acompañamiento: coges un pimiento, de los anchotes con la carne gruesa. Los suelen vender rojos pero éste en concreto estaba todavía en proceso de maduración. Lo cortas en trozos un poco grandes y lo pones a macerar en el frigorífico con sal, aceite de oliva y vinagre de módena. Dura bastantes días en la nevera y como va absorviendo los sabores cada vez está más bueno.
Tachán!! Vitamina C por un tubo.
Y ahora una foto de una cena de hace un par de semanas. Cuscús con un poco de canela, comino, cilantro, piñones y frutos secos, y pisto (o samfaina), que es tomate, pimiento y cebolla fritos, aunque también se pueden poner otras verduras. De acompañamiento el pimiento macerado y unos tomatitos cherrys. Sí, salió una cena un poco monotemática, pero es que si no no damos abasto con los pimientos y los tomates del huerto. Ya pronto se acabarán y tendremos tiempo de echarlos de menos.
Otra cena con pimientos: bocadillo de pimientos con tofu. No puede ser más fácil. Coges unos dos pimientos por persona, mejor de los largos y verdes con la piel fina, y los partes en trozos alargados. Los fríes en abundante aceite de oliva. Cuando ya están casi listos, añades el tofu en lonchas ni muy finas ni muy gruesas. Nosotros pusimos casi medio paquete de tofu para dos, pero dependerá del hambre que tengais. Al final se salpimienta, se pone en el pan y listo. Quedó buenísimo! Pringoso y todo. Qué alegría!
Debo confesar que estas cenas no las hice yo, sino F., que cocina muy bien, casi tanto como yo... Él es el experto en pimientos :)
jueves, 10 de septiembre de 2009
Mis gatos, mi madre, mi churri
Hay personas que intentan evitar el posesivo cuando se refieren a los animales que viven con ellos. Yo lo respeto (faltaría más!), pero a mí se me hace raro, como artificial.
No veo que malo hay en decir, por ejemplo, "mi gato me ha despertado hoy a las 7 de la mañana", si no hay problema en decir "mi madre me ha llamado esta tarde" o "mi churri dice que no quiere ir a la playa". Yo es que no me veo diciendo "Misu, el gato que vive conmigo..." como no diría "Tal, la mujer que me parió y después me crió..." o "Tal otro, el hombre con el que sin tener ningún vínculo de sangre tengo una relación estrecha de convivencia y complicidad...". Sería bonito y daría lugar a la originalidad y al dar rienda suelta a la imaginación, pero también sería un poco cansino.
Por economía del lenguaje, yo voy a seguir usando los posesivos y si alguien quiere mal pensar y creer que cuando digo "mi gato" es que considero al dicho gato como si fuera "mi silla", por poner un ejemplo, que le vamos a hacer.
Es verdad que el uso del lenguaje no es neutral, pero hay cosas que por ahora creo que no voy a cambiar. Así que seguiré usando los posesivos cuando me refiera a los animales, humanos y no humanos, que hay en mi vida.
No veo que malo hay en decir, por ejemplo, "mi gato me ha despertado hoy a las 7 de la mañana", si no hay problema en decir "mi madre me ha llamado esta tarde" o "mi churri dice que no quiere ir a la playa". Yo es que no me veo diciendo "Misu, el gato que vive conmigo..." como no diría "Tal, la mujer que me parió y después me crió..." o "Tal otro, el hombre con el que sin tener ningún vínculo de sangre tengo una relación estrecha de convivencia y complicidad...". Sería bonito y daría lugar a la originalidad y al dar rienda suelta a la imaginación, pero también sería un poco cansino.
Por economía del lenguaje, yo voy a seguir usando los posesivos y si alguien quiere mal pensar y creer que cuando digo "mi gato" es que considero al dicho gato como si fuera "mi silla", por poner un ejemplo, que le vamos a hacer.
Es verdad que el uso del lenguaje no es neutral, pero hay cosas que por ahora creo que no voy a cambiar. Así que seguiré usando los posesivos cuando me refiera a los animales, humanos y no humanos, que hay en mi vida.
martes, 8 de septiembre de 2009
Domingo de sol
Este domingo por la mañana salimos a andar a una montaña cercana. Nos vamos en busca de un poco de naturaleza.
Por el camino nos encontramos con una concentración de vendedores de pájaros, imagino que congregados con motivo de la celebración de las fiestas de la ciudad. Los pájaros están expuestos en pequeñas jaulas, algunos casi ni caben en ellas, a pleno sol y al lado de carretera. Hay mucha gente, entre ellos niños que, lo estoy viendo, se encapricharán de alguno de ellos y no faltarán los padres irresponsables para complacerles.
Seguimos el camino y para mi sorpresa leo en una pared una gran pintada: go vegan! :)
Ya en la montaña descubrimos una casa de la que provienen ladridos. Me asomo y veo lo que esperaba: un recinto de jaulas y algunos perros de caza sueltos. A saber lo que tienen allí…
Un poco más adelante, caballos atados al borde de un camino. Alguien hace negocio alquilándolos para pasear en ellos. Efectivamente, de vuelta nos encontramos con gente que va paseándose sobre ellos. Siempre me entristece ver animales que no son libres, que dependen de la buena voluntad de las personas que son sus propietarios. Cuando hay dinero por medio es todavía peor, porque cuando el animal deje de ser rentable, en este caso el caballo, ya sea por viejo o enfermo, cuando ya no produce beneficio pero sí gastos, lo común es que el propietario se deshaga de ellos.
Ya de vuelta otra vez los pájaros, pienso que voy a escribir una carta al 20 minutos, que seguramente no me van a publicar: pero no estaba prohibido exponer animales para su venta?
Lo último: en una placita, un pony cargado de ataduras enganchado a un carrito. Qué mono, todos los niños quieren tocarlo. Pregunto y me entero que es de un particular que lo ha sacado a pasear para una misa rociera (no comment). Como es la gente, no? Si lo quería sacar a pasear le podría ahorrar las correas, llevárselo al campo y no a una ciudad supertransitada y dejarlo pacer y corretear a sus anchas.
En fin, quién cree todavía que la gente no trata a los animales como si fueran cosas?
---
Nota de 2 de agosto de 2010: sobre la venta de pájaros, mi compañero escribió a los regidores y uno de ellos contestó diciendo que haría una pregunta en el pleno. Dijo que nos mantendría informados pero nunca más se supo de él. La parte positiva es que nos hemos pasado algunos domingos por allí y no hay ni rastro de los pajareros. Triunfo? Creemos que sí :-) A veces se trata de hacer algo y no quedarse con los brazos cruzados. Podemos hacer más de lo que nos pensamos.
Por el camino nos encontramos con una concentración de vendedores de pájaros, imagino que congregados con motivo de la celebración de las fiestas de la ciudad. Los pájaros están expuestos en pequeñas jaulas, algunos casi ni caben en ellas, a pleno sol y al lado de carretera. Hay mucha gente, entre ellos niños que, lo estoy viendo, se encapricharán de alguno de ellos y no faltarán los padres irresponsables para complacerles.
Seguimos el camino y para mi sorpresa leo en una pared una gran pintada: go vegan! :)
Ya en la montaña descubrimos una casa de la que provienen ladridos. Me asomo y veo lo que esperaba: un recinto de jaulas y algunos perros de caza sueltos. A saber lo que tienen allí…
Un poco más adelante, caballos atados al borde de un camino. Alguien hace negocio alquilándolos para pasear en ellos. Efectivamente, de vuelta nos encontramos con gente que va paseándose sobre ellos. Siempre me entristece ver animales que no son libres, que dependen de la buena voluntad de las personas que son sus propietarios. Cuando hay dinero por medio es todavía peor, porque cuando el animal deje de ser rentable, en este caso el caballo, ya sea por viejo o enfermo, cuando ya no produce beneficio pero sí gastos, lo común es que el propietario se deshaga de ellos.
Ya de vuelta otra vez los pájaros, pienso que voy a escribir una carta al 20 minutos, que seguramente no me van a publicar: pero no estaba prohibido exponer animales para su venta?
Lo último: en una placita, un pony cargado de ataduras enganchado a un carrito. Qué mono, todos los niños quieren tocarlo. Pregunto y me entero que es de un particular que lo ha sacado a pasear para una misa rociera (no comment). Como es la gente, no? Si lo quería sacar a pasear le podría ahorrar las correas, llevárselo al campo y no a una ciudad supertransitada y dejarlo pacer y corretear a sus anchas.
En fin, quién cree todavía que la gente no trata a los animales como si fueran cosas?
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Nota de 2 de agosto de 2010: sobre la venta de pájaros, mi compañero escribió a los regidores y uno de ellos contestó diciendo que haría una pregunta en el pleno. Dijo que nos mantendría informados pero nunca más se supo de él. La parte positiva es que nos hemos pasado algunos domingos por allí y no hay ni rastro de los pajareros. Triunfo? Creemos que sí :-) A veces se trata de hacer algo y no quedarse con los brazos cruzados. Podemos hacer más de lo que nos pensamos.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Racismo
Una de las cosas que me repugna más en este mundo son las discriminaciones, sean del tipo que sean. Creo que son un insulto a la inteligencia, a la humanidad y a todo lo poco bueno que podamos tener.
Quería recomendaros unas películas que a mi parecer tratan el tema del racismo de una manera magistral. Una de ellas es Lejos del cielo. La vi hace unos años y me llegó al alma. Sin embargo si tuviera que elegir una película para hablar del racismo escogería Todos nos llamamos Alí, de Rainer W. Fassbinder. Me pareció increíble por la manera en que representa la miseria humana que es el racismo y sobre todo el vacío social hacia la persona que se revela contra lo establecido, en este caso una mujer que se enamora de un inmigrante bastante más joven que ella.
En fin, yo no soy crítica de cine pero os recomiendo mucho estas películas. A mí no me dejaron indiferente.
Conexiones con el vegetarianismo/veganismo? Discriminación, rechazo a las personas que se revelan contra lo establecido… Alguna hay.
Quería recomendaros unas películas que a mi parecer tratan el tema del racismo de una manera magistral. Una de ellas es Lejos del cielo. La vi hace unos años y me llegó al alma. Sin embargo si tuviera que elegir una película para hablar del racismo escogería Todos nos llamamos Alí, de Rainer W. Fassbinder. Me pareció increíble por la manera en que representa la miseria humana que es el racismo y sobre todo el vacío social hacia la persona que se revela contra lo establecido, en este caso una mujer que se enamora de un inmigrante bastante más joven que ella.
En fin, yo no soy crítica de cine pero os recomiendo mucho estas películas. A mí no me dejaron indiferente.
Conexiones con el vegetarianismo/veganismo? Discriminación, rechazo a las personas que se revelan contra lo establecido… Alguna hay.
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