viernes, 11 de abril de 2014

Osito polar, llévame contigo!


Mi idea es ir reseñando aquellos libros infantiles que a mi parecer ofrecen posibilidades para educar en el respeto a los demás animales (siendo animalista y trabajando en el área infantil de una biblioteca pública es lo menos que podía hacer).

La mayoría de estos libros no fueron escritos con este propósito, pero ofrecen la posibilidad de una lectura en clave de respeto a los animales, muy necesaria para la educación en valores de los niños y niñas. Entendemos por respeto a los animales empatizar con ellos, es decir, ser capaces de ponernos en su lugar y por tanto evitarles sufrimientos, desde el maltrato directo a formas encubiertas de maltrato como son la privación de la libertad, así como ayudarlos si están en apuros. Sólo algunos libros tocan el tema del vegetarianismo, que sería una forma avanzada de respeto a los animales, ya que supone tener en consideración el interés básico de los demás animales por conservar sus vidas.

Se aceptan sugerencias... Ahí va el primero.



Beer, Hans de. Osito polar, llévame contigo! Barcelona: Lumen, 1990

Beer, Hans de. Petit ós polar, vullanar amb tu! Barcelona: Lumen, 1990

El pequeño oso polar Lars vive con su familia, pero se siente solo y ansia tener un amigo. Un día cae en una trampa que le lleva a la bodega de un avión que lo lleva quién sabe donde. Consigue salir de la caja donde está encerrado y descubre otros muchos animales que corren su misma suerte. Allí conocerá a una vieja morsa y una osita como él, pero de color marrón. Se harán sus amigos y después de liberar al resto de animales capturados, emprenderán el camino de vuelta a casa. La pequeña osa parda querrá quedarse con el osito polar, así que volverán al Polo Norte donde la familia de osos polares acogerá con los brazos abiertos a la amiga de su hijo.

Moraleja: qué importa el color de la piel para que seamos amigos? Ensalza los valores de la amistad pero también nos muestra que los animales quieren vivir en sus “hogares”, que no está bien capturarlos y privarlos de su libertad. Los niños se alegrarán de que los animales se escapen de los captores y vuelvan a sus casas.

Papás, si vuestros hijos os piden ir al zoo, esta puede ser una buena historia para explicarles que la ciudad no es lugar para los animales salvajes, que ellos también tienen sus familias y sus hábitats y que respetarlos pasa inevitablemente por no privarlos de su libertad.

Existen otros libros sobre las aventuras del osito Lars y también una película, El osito polar (2001), basada en estos cuentos.

Edad recomendada: a partir de 3 años.






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