Ayer fuimos a la Fira de la Terra, en el parque de la Ciutadella y presenciamos el rescate de unas ocas que estaban atrapadas en una fuente que el servicio de parques y jardines del Ayuntamiento de Barcelona había vaciado sin tener en cuenta que se quedaban los animales dentro. En un principio eran una pareja de ocas con sus crías, pero como se empezó a aglomerar la gente, el padre acabó por salir volando y dejó a la madre y a las tres crías solas, que son las que se ven en el vídeo. Está claro que para la oca no hubiera sido problema irse volando, pero los pequeños no tenían manera de salir de allí. Luego nos contaron que la pareja tenía hasta doce crías, pero que se las habían ido comiendo las gaviotas. Hubo un momento que vino la policia y hasta los bomberos, pero cuando llegó su hora se fueron a comer. Nosotros estábamos buscando una tabla que les sirviera de rampa para salir de la fuente y cuando volvimos nos encontramos con que las ocas ya estaban llegando al estanque. Unas periodistas de Barcelona TV que estaban allí por la Fira de la Terra grabaron el incidente de los "patitos". Es una lástima que no dijeran lo que le comentó a un compañero el señor que alquila las barcas en el estanque: que el Ayuntamiento periódicamente se lleva los patos. No hay que ser un lumbreras para entender que cuando consideran que hay demasiados patos se deshacen de ellos.
Lo que quería decir es que mucha gente que pasaba por allí se interesó por las ocas, gente que seguramente luego no tendrá ningún reparo en comerse un pollo, un pato... Es en momentos como éste en los que siento que yo no soy la rarita. Por cierto, eso de compadecerse de unos patitos y luego comerse un pollo tiene un nombre, esquizofrenia moral, y es una enfermedad que está muy extendida. De alguna manera, puede que todos la suframos. La buena noticia es que se puede curar.
La noticia de Barcelona TV la podéis ver aquí (a F. y a mí se nos ve el cogote).
lunes, 18 de abril de 2011
lunes, 11 de abril de 2011
Primero los problemas humanos
A que animalista no le han echado en cara que se preocupe de los animales habiendo tantos problemas humanos por resolver? Creo que no conozco a ninguno. Sin embargo, al menos a mí, siempre me han hecho este comentario mientras participaba en un acto de defensa de los animales, nunca mientras hacía cola en un cine o tomaba el sol en una playa. Además las personas que lo hacían no estaban precisamente trabajando por los derechos humanos, más bien estaban disfrutando de su tiempo de ocio o de compras (que para algunos es lo mismo).
Este comentario está cargado de mala fe y suele venir de gente que no hace nada o muy poco por ninguna causa. Es una simple excusa para sentirse mejor con uno mismo. Sinceramente no creo que haya muchos activistas por los derechos humanos que hicieran este comentario. A pesar de todo, a esta gente también hay que darles argumentos presentados de una manera correcta.
El maltrato, el sometimiento, el abuso, la explotación a la que sometemos a los demás animales es un problema importante y urgente. Es importante porque afecta a un grandísimo número de individuos (sólo en EUA son matados para el consumo unos 10.000 millones de animales cada año) y provoca una cantidad de sufrimiento inimaginable. Por tanto, luchar por los derechos de los animales es una causa justa en sí misma, independientemente de que haya otros problemas importantes. Además hemos de pensar que son muchas menos las personas concienciadas en la defensa de los animales y que hacen activismo por ellos.
Por otra parte, con este argumento se pospondría por siempre la causa de los derechos de los animales, puesto que es muy inocente pensar que algún día se erradicaran todos los problemas humanos.
Una cosa no quita la otra. Igual que trabajar en una ONG que lucha contra el hambre en el mundo no implica indiferencia ante, por ejemplo, la explotación infantil, de igual manera preocuparse por los animales no humanos no significa desinterés por los problemas humanos. De hecho, entre unos y otros hay una clara conexión. No son pocos los activistas animalistas que empezaron en el campo de los derechos humanos. El mismo Henry Spira es un buen ejemplo y yo misma conozco a unos cuantos más. Lo mismo sucede a la inversa, una persona que se preocupe por los animales es más fácil que actúe también en defensa de los humanos. Lo que suele pasar es que nuestro tiempo y dinero son limitados, así que acabamos dedicándonos a un ámbito de actuación. A veces dentro del mismo movimiento por los derechos de los animales te acabas especializando en un ámbito de explotación (pieles, experimentación, espectáculos...) o te limitas a colaborar con una organización. Aunque repito que no son pocos los ejemplos de activistas por los derechos de unos y de otros.
Trabajar por los derechos de los animales es también una manera de luchar por los derechos humanos. Se ha investigado y demostrado científicamente lo que nos venía diciendo a gritos el sentido común: que la violencia contra los animales está fuertemente vinculada con la violencia contra las personas. La violencia es una y suele manifestarse contra los más indefensos y vulnerables, que son los animales, los niños, las mujeres, los ancianos... En este sentido es interesante esta web que explora esta conexión: GEVHA (grupo para el estudio de la violencia hacia humanos y animales). Ya lo dice el lema: "Animal liberation, human liberation". Sin duda, una sociedad que respete a los animales, los que están a nuestra merced, sería una sociedad justa y respetuosa también con nuestros compañeros de especie. El mundo con el que soñamos, vaya.
En cualquier caso, si alguien se está planteando hacerse vegano pero le frena la idea de que hay otros problemas más importantes por resolver, le diría que esto no debe ser ningún impedimento. Puede ser vegano y dedicar sus recursos en alguna causa humanitaria. El veganismo no le va a costar tiempo ni dinero, más bien se lo va a ahorrar. Sólo tendrá que elegir otro producto en el supermercado u otro plato del menú. De igual modo que no hace falta ser una feminista militante para no ser un maltratador de mujeres, no hace falta ser un activista animalista para dejar de participar en la explotación y muerte de los demás animales.
Este comentario está cargado de mala fe y suele venir de gente que no hace nada o muy poco por ninguna causa. Es una simple excusa para sentirse mejor con uno mismo. Sinceramente no creo que haya muchos activistas por los derechos humanos que hicieran este comentario. A pesar de todo, a esta gente también hay que darles argumentos presentados de una manera correcta.
El maltrato, el sometimiento, el abuso, la explotación a la que sometemos a los demás animales es un problema importante y urgente. Es importante porque afecta a un grandísimo número de individuos (sólo en EUA son matados para el consumo unos 10.000 millones de animales cada año) y provoca una cantidad de sufrimiento inimaginable. Por tanto, luchar por los derechos de los animales es una causa justa en sí misma, independientemente de que haya otros problemas importantes. Además hemos de pensar que son muchas menos las personas concienciadas en la defensa de los animales y que hacen activismo por ellos.
Por otra parte, con este argumento se pospondría por siempre la causa de los derechos de los animales, puesto que es muy inocente pensar que algún día se erradicaran todos los problemas humanos.
Una cosa no quita la otra. Igual que trabajar en una ONG que lucha contra el hambre en el mundo no implica indiferencia ante, por ejemplo, la explotación infantil, de igual manera preocuparse por los animales no humanos no significa desinterés por los problemas humanos. De hecho, entre unos y otros hay una clara conexión. No son pocos los activistas animalistas que empezaron en el campo de los derechos humanos. El mismo Henry Spira es un buen ejemplo y yo misma conozco a unos cuantos más. Lo mismo sucede a la inversa, una persona que se preocupe por los animales es más fácil que actúe también en defensa de los humanos. Lo que suele pasar es que nuestro tiempo y dinero son limitados, así que acabamos dedicándonos a un ámbito de actuación. A veces dentro del mismo movimiento por los derechos de los animales te acabas especializando en un ámbito de explotación (pieles, experimentación, espectáculos...) o te limitas a colaborar con una organización. Aunque repito que no son pocos los ejemplos de activistas por los derechos de unos y de otros.
Trabajar por los derechos de los animales es también una manera de luchar por los derechos humanos. Se ha investigado y demostrado científicamente lo que nos venía diciendo a gritos el sentido común: que la violencia contra los animales está fuertemente vinculada con la violencia contra las personas. La violencia es una y suele manifestarse contra los más indefensos y vulnerables, que son los animales, los niños, las mujeres, los ancianos... En este sentido es interesante esta web que explora esta conexión: GEVHA (grupo para el estudio de la violencia hacia humanos y animales). Ya lo dice el lema: "Animal liberation, human liberation". Sin duda, una sociedad que respete a los animales, los que están a nuestra merced, sería una sociedad justa y respetuosa también con nuestros compañeros de especie. El mundo con el que soñamos, vaya.
En cualquier caso, si alguien se está planteando hacerse vegano pero le frena la idea de que hay otros problemas más importantes por resolver, le diría que esto no debe ser ningún impedimento. Puede ser vegano y dedicar sus recursos en alguna causa humanitaria. El veganismo no le va a costar tiempo ni dinero, más bien se lo va a ahorrar. Sólo tendrá que elegir otro producto en el supermercado u otro plato del menú. De igual modo que no hace falta ser una feminista militante para no ser un maltratador de mujeres, no hace falta ser un activista animalista para dejar de participar en la explotación y muerte de los demás animales.
sábado, 2 de abril de 2011
Veganos dejan morir a su hija
Este jueves muchos medios de comunicación informaban del caso de dos veganos juzgados por dejar morir a su hija. Por ejemplo, en el periódico gratuito ADN aparecía la nota siguiente:
Una pareja de veganos está siendo juzgada en Amiens (Francia) acusada de haber dejado morir de malnutrición a su bebé de 11 meses, en marzo de 2008. Hasta su muerte, la menor solo recibió la leche que mamaba del pecho de su madre.
Éste no es el primer caso de niños veganos con carencias alimentarias que aparece en los medios. Desgraciadamente en esta ocasión el bebé no sobrevivió. Leyendo más sobre el tema por internet, resulta que los padres negaron asistencia médica a la niña y la cuidaban a base de remedios caseros como "cataplasmas de col".
En primer lugar, quiero decir que no creo que haya ningún vegano que niegue que estos padres han sido unos irresponsables y merecen ser castigados.
Este es un tema delicado porque la noticia no dice nada que no sea cierto, pero sí que ayuda a crear una imagen distorsionada de lo que es el veganismo, incluso creo que puede fomentar la criminalización de este colectivo, aunque no sea de manera intencionada. No nos engañemos, cualquiera que lea esta noticia pensará que el veganismo es una dieta incompleta y peligrosa para la salud y que los veganos son unos radicales capaces de dejar morir a sus hijos con tal de ser fieles a sus principios.
Lo que la gente no puede deducir de esta noticia es que la dieta vegana bien planificada es saludable y apta para cualquier ciclo de la vida (embarazo, infancia, adolescencia, etc.) según las asociaciones nutricionistas más prestigiosas, como la ADA. Y sin irnos tan lejos, la propia Generalitat de Catalunya dice lo mismo en un informe que se puede encontrar en su web.
Tampoco se nos dice nada de los niños no veganos que mueren por causa de la negligencia de sus padres, ni de todos los niños veganos perfectamente sanos que hay en todo el mundo. Seguramente padres e hijos veganos como los de este video no serán nunca noticia.
En general los vegetarianos y veganos son personas que se preocupan de su alimentación más de lo que hace la mayoría, pero aunque no fuera así, nunca podrá ser tolerable que no se preocupen de la alimentación de sus hijos, que dependen de ellos. Es más, desde mi punto de vista, cualquier vegano que no se preocupe de su salud está siendo un irresponsable, porque por no saber o no querer alimentarse bien está ayudando a difundir la idea de que la dieta 100% vegetal no es viable.
---
Os paso este interesante artículo para completar el tema. Nota del 18 de abril.
Una pareja de veganos está siendo juzgada en Amiens (Francia) acusada de haber dejado morir de malnutrición a su bebé de 11 meses, en marzo de 2008. Hasta su muerte, la menor solo recibió la leche que mamaba del pecho de su madre.
Éste no es el primer caso de niños veganos con carencias alimentarias que aparece en los medios. Desgraciadamente en esta ocasión el bebé no sobrevivió. Leyendo más sobre el tema por internet, resulta que los padres negaron asistencia médica a la niña y la cuidaban a base de remedios caseros como "cataplasmas de col".
En primer lugar, quiero decir que no creo que haya ningún vegano que niegue que estos padres han sido unos irresponsables y merecen ser castigados.
Este es un tema delicado porque la noticia no dice nada que no sea cierto, pero sí que ayuda a crear una imagen distorsionada de lo que es el veganismo, incluso creo que puede fomentar la criminalización de este colectivo, aunque no sea de manera intencionada. No nos engañemos, cualquiera que lea esta noticia pensará que el veganismo es una dieta incompleta y peligrosa para la salud y que los veganos son unos radicales capaces de dejar morir a sus hijos con tal de ser fieles a sus principios.
Lo que la gente no puede deducir de esta noticia es que la dieta vegana bien planificada es saludable y apta para cualquier ciclo de la vida (embarazo, infancia, adolescencia, etc.) según las asociaciones nutricionistas más prestigiosas, como la ADA. Y sin irnos tan lejos, la propia Generalitat de Catalunya dice lo mismo en un informe que se puede encontrar en su web.
Tampoco se nos dice nada de los niños no veganos que mueren por causa de la negligencia de sus padres, ni de todos los niños veganos perfectamente sanos que hay en todo el mundo. Seguramente padres e hijos veganos como los de este video no serán nunca noticia.
En general los vegetarianos y veganos son personas que se preocupan de su alimentación más de lo que hace la mayoría, pero aunque no fuera así, nunca podrá ser tolerable que no se preocupen de la alimentación de sus hijos, que dependen de ellos. Es más, desde mi punto de vista, cualquier vegano que no se preocupe de su salud está siendo un irresponsable, porque por no saber o no querer alimentarse bien está ayudando a difundir la idea de que la dieta 100% vegetal no es viable.
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Os paso este interesante artículo para completar el tema. Nota del 18 de abril.
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