La regla de oro es no hacer a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. Excluir al resto de animales, o a algunas especies, de nuestra consideración moral es una discriminación por razón de la especie. El especismo de nuestra sociedad es tan profundo que ni es consciente de él, como hubo un tiempo en que no era consciente de ser una sociedad sexista o racista.
Este artículo explica la imagen de más abajo.
Para los científicos podía ser una especie muy interesante, para los lugareños sólo comida, pero en realidad sólo era alguien que merecía respeto.
lunes, 8 de noviembre de 2010
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