Están los que matan, los que miran, los que no quieren mirar, y los que dicen “es una pena”, pero no hace nada. Yo hace años que dejé de ser uno de ellos y es lo mejor que he hecho en mi vida, con diferencia. Ahora tengo que aprender a vivir en un mundo lleno de indiferencia ante la injusticia. Para mí eso es lo más difícil de ser vegana, o de ser consciente, también con diferencia.
La sensación para muchos de nosotros es la de vivir en pleno holocausto, y como en la anécdota que explicaba en un post anterior, descubrir que la gente prefiere no saber para no tener que hacer nada. Así que no es de extrañar que a veces los veganos pasemos por un fase de enfado, creo que bastante comprensible. Sin embargo, de que nos sirve? Porque no sirve para sentirnos mejor ni para ayudar más a los animales.
Tengo presente un escrito de un activista por los derechos de los animales veterano que aconsejaba a los que empezaban a que actuasen por amor a los animales, nunca por odio hacia las personas. El texto completo, muy recomendable, se encuentra aquí.
Creo que a este señor no le falta razón. El odio y la rabia consumen, paralizan, no son buenos para uno mismo y, sobre todo, no le hacen a uno más productivo para ayudar a los demás animales.
Esta es una lucha tan dura y tan necesaria que no podemos permitirnos el lujo de ser pusilánimes, decaer, dejarnos llevar por la rabia o la desesperanza. Tenemos la obligación de ser optimistas, y podemos serlo si en lugar de pensar en la indiferencia dominantes, pensamos en todas las personas que son como nosotros, porque somos muchos y cada vez seremos más (no estamos solos!), pero sobre todo hemos de pensar en los animales a los que damos voz, en nosotros mismos y todo lo que podemos hacer por ellos.
Esta foto la encontré en fb bajo el título “Donde está la puerta para salir de este mundo?”. Sí, querríamos salir de él, pero antes deberíamos cambiarlo.
domingo, 19 de junio de 2011
domingo, 5 de junio de 2011
ECristians, indignados y AI
La semana pasada, saliendo del metro para ir al trabajo, en plaza Catalunya, me encontré con un cartel publicitario que enseguida llamó mi atención: “A més avortaments menys pensions de jubilació” (“A más abortos menos pensiones de jubilación”). Ecristians son los artífices de esta campaña polémica que trata de convencer de lo pernicioso de abortar, también para la economía y el sistema social del país. Seguramente no les falta razón: para mantener el sistema de pensiones hace falta que haya trabajadores (eso lo sabe todo el mundo), que previamente deben haber sido paridos. Aunque, bien mirado, también se evita traer una vida al mundo, y por tanto la promesa de un nuevo cotizador de la Seguridad Social, cada vez que una mujer evita quedarse embarazada. Si al final va a resultar que cada vez que a una mujer le baja la regla está siendo insolidaria!
Sobre el tema del aborto sí o no , no voy a entrar. Es muy complejo y no estoy yo para estas complejidades. Sólo decir que desde que leí los argumentos del filósofo Peter Singer veo que es un tema más complicado que decantarse por un sí o un no basados en los sentimientos e intuiciones.
Volviendo al anuncio de eCristians, conseguirán convencer a algún proabortista para que deje de serlo?A mí, más bien me dan un argumento más para no traer hijos al mundo. Un mundo que necesita vidas como mercancías, produtores/consumidores que hagan crecer la economía, que mantengan eso que llaman “el sistema”.
También en plaza Catalunya llevan semanas acampados los “indignados”, un movimiento social tan complejo que hasta los sociólogos tendrán trabajo para interpretarlo. Creo que intentar decir algo de ellos es decir a medias y estar condenado a equivocarse. Y estando avisados, paso a opinar un poco, más que nada porque los tengo tan cerca que no puedo dejar de decir algo en mi blog.
Sólo puedo decir que me alegra de que existan, de que esto esté pasando, y aunque no tengo esperanzas en sus posibilidades de cambios reales, cofio en que sean un precedente, el germen, de un movimiento que llegue a cambiar las cosas.
Básicamente creo que nuestra sociedad no es lo suficientemente madura (alguna lo es?), que es demasiado egoista y centrada en su propio interés y el de los suyos y tiene pocas aspiraciones de cambiar el mundo. Uff, que pesimista que me ha quedado esto!
Desde mi punto de vista, bajo el lema “Democracia real ya” están los que quieren cambios profundos, gente que lleva tiempo implicada en movimientos sociales, y los que quieren salir de la crisis, del ahogo, del paro y del miedo al paro. Siendo claros, creo que al grueso de los indignados se les acabaría la indignación con la salida de la crisis, cuando volvieran a tener seguridad y el dinero suficiente para, por ejemplo, irse los fines de semana con la familia al centro comercial.
Pero la experiencia de plaza Catalunya, Sol y otras muchas plazas... eso no nos lo quitará nadie. Por cierto, que en plaza Catalunya tenemos una subcomisión de derechos de los animales y una bonita y esperanzadora pancarta que dice “Paz también para los animales”.
Así que acabo poniéndole un punto verde esperanza a los indignados y uno rojo rojote para los eCristians, por demagogos. Tendrían que aprender de Amnistía Internacional que en su 50 aniversario nos han regalado un anuncio fantástico (por fin, un anuncio decente!) para movernos a la indignación y la acción.
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