El viernes 5 de mayo fuimos a una
charla del Biocultura sobre crudiveganismo con el título “Encontrar
el equilibrio: evita los errores comunes de la dieta crudivegana”,
que impartía David O'Reilly, uno de los integrantes de !Vida en tucomida!, que ya conocimos hace un par de años en una charla sobre
batidos verdes, también en Biocultura.
Desde su experiencia personal, nos
explicaba algunos de los errores que se suelen cometer cuando se
lleva este tipo de dieta. De memoria, los principales serían éstos:
- Los crudiveganos pueden cometer el error de pensar que todo lo crudo siempre es bueno y, por el contrario, que todo alimento cocinado es malo, casi veneno, como un alimento muerto y sin nutrientes.
- Algunas personas no llegan a sentirse saciadas tomando sólo alimentos crudos, lo que les puede llevar a adquirir malos hábitos como comer demasiada cantidad de un alimento (por ejemplo, frutos secos), perder los horarios de las comidas y picotear durante todo el día, con la consiguiente sobrecarga del aparato digestivo.
- Otro problema común es la represión ante el deseo de comer algo no crudo, que puede acabar llevando a comer algo que nos haga sentir culpables. Como explicaba el conferenciante, la represión de comerse un pan, posiblemente integral y ecológico, puede llevar a acabar comiéndose un bollo industrial mucho menos saludable.
Para solucionar estos errores, ellos
habían adoptado algunos cambios en su dieta que les estaban
resultando. A grandes rasgos serían éstos:
- Ser más flexibles. En su caso concreto, introduciendo una parte de alimentos ligeramente cocinados (verduras, cereales...) pero con predominio de alimentos crudos. Esto les ayuda a sentirse más saciados y mejor a nivel emocional.
- Buscar el bienestar emocional y no sólo el físico, evitando la culpabilidad. Aunque los alimentos crudos sean más saludables, puede que emocionalmente necesitemos tomar alimentos cocinados. La culpabilidad por haber comido algo considerado no conveniente seguramente será más perjudicial que el hecho de haberlo comido.
- Tener cuidado con la información sobre los diferentes alimentos y sus combinaciones. Si nos ponemos a investigar cualquier alimento, el que sea, encontraremos que no todo son beneficios. El alimento perfecto no existe. A veces nos dicen que no hay que combinar determinados grupos de alimentos o algunos tipos de frutas, pero si a nosotros nos sientan bien estas combinaciones, por qué dejar de tomarlas? Lo importante sería comer variado y no obsesionarse con las propiedades de los alimentos. Una vez más, el alimento en sí no será tan perjudicial como obsesionarnos con el supuesto daño que nos pueda hacer.
- Por último, flexibilidad sí, pero con un límite. Como todo en la vida, también aquí hay que marcarse unos objetivos y aplicar un esfuerzo. Lo que hay que evitar es que ese esfuerzo nos haga sufrir.
La charla me gustó porque estaba
basada en la experiencia personal, había sinceridad y no se trataba
de esconder los posibles “contras” de la dieta. Más aún cuando
la norma es que intentemos ocultar a los ojos de los demás la parte
negativa, por así decirlo. Nos gusta vender que nuestra decisión es
la mejor y la más acertada. Es un poco como cuando te vas de viaje,
que aunque hayas estado en un sitio que ni fu ni fa, tú explicas lo
bonito que era y lo bien que lo has pasado, incluso un poco por
justificar el dinero y el tiempo que has gastado.
En mi caso concreto como vegana he de
decir que soy poco flexible, en el sentido que no se me pasa por la
cabeza comer productos de origen animal, al menos de manera
consciente. Supongo que la razón está en el diferente tipo de
motivación, ya que no es lo mismo seguir una dieta por salud que por
principios. Yo misma tengo problemas con el azúcar y de vez en
cuando me doy un caprichito dulce. De todas maneras, es verdad que
hay bastantes vegetarianos y algunos veganos (o que así se hacen
llamar) que no tienen problemas en “saltarse la dieta”. Pero esto
ya lo explico otro día, ahora que parece que me animo a volver a
escribir en el blog.
De todas formas, lo que queda claro es
que no hay nada de malo en mostrar nuestras debilidades, nuestras
dudas y miedos. Mostrar los posibles aspectos negativos de nuestra
elección nos hará más dignos de confianza, más creíbles. Nada es
perfecto en esta vida y quién algo quiere algo le cuesta.
3 comentarios:
Te comprendo perfectamente, en mi caso como vegana tampoco soy flexible en mi "dieta", pero lógicamente los principios y sobre todo el conocimiento son lo que se anteponen.
Me encantaría leer algo más sobre la dieta crudivegana, que aunque he oído hablar mucho de ella, sé muy poco.
Un saludo
Rossy
Ahora se están publicando libros de recetas crudas, a parte de todo lo que hay por internet. Según donde vivas también se hacen cursos, pero los encuentro muy caros, como casi todos los cursos de cocina. Saludos!
Hola a todos, saludos!! me gustaría saber si se imparten cursos de alimentación crudivegana en Barcelona, o también saber si hay alguna asociación o lugar en donde te pueden asesorar, que no sea un libro. Mi correo e- : mdcgracia@hotmail.com
Muchas gracias.
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