A los que no conozcáis la asociación PRODA, os recomiendo que visitéis su facebook, especialmente si trabajáis en el ámbito educativo. También podría interesaros conocer COPPA (Coordinadora de profesionales por la prevención de abusos). Trabajan en el ámbito latinoamericano y aunque no son animalistas también consideran a los animales como una población vulnerable a la violencia.
PRODA desarrolla programas educativos que contemplan el respeto hacia los animales no humanos, creando herramientas prácticas para que los docentes (de alguna manera todos somos docentes) mejoren la sociedad, en una visión que engloba también a los animales no humanos. Están aplicando sus planes educativos en algunos centros del País Valenciano, donde tienen la sede, pero están abiertos a compartir sus recursos educativos y experiencias, así como a recibir las propuestas educativas de otros docentes para así enriquecer su catálogo.
No voy a explicar la conferencia, sólo explicar cuatro ideas que a mí me parecieron interesantes.
A día de hoy la consideración hacia los animales no está contemplada en los planes educativos, al menos en nuestro país. En algunos países como Austria o Alemania la situación está más avanzada, como más avanzada están sus sociedades a nivel moral. Evidentemente, el sistema educativo es un reflejo de la sociedad en que se vive.
El desarrollo moral de niño es lento. Alrededor de los 20 años se puede decir que la persona ya se puede guiar por la racionalidad y el sentido de justicia. Hasta entonces el niño se rige por la influencia de su entorno, por lo que es importante no crearles disonancias cognitivas: que haya coherencia entre lo que dice y hace su entorno. Algunos factores que promueven el desarrollo moral del niño son: expresar nuestros principios morales, actuar de acuerdo con ellos, dar argumentos, no debatir sino dialogar, mantener expectativas en la capacidad del niño de actuar con ética...
Para conseguir niños respetuosos con los demás animales, es fundamental el desarrollo de la empatía, la cual se ve favorecida por un mayor conocimiento y una mayor proximidad (por ejemplo, un niño que conviva con perros o gatos tendrá más facilidad para empatizar primero con ese individuo y más adelante, con todos los demás). También es importante hacerle tener conciencia del daño que su conducta puede tener en otro y por supuesto tener buenos ejemplos, puesto que el aprendizaje se realiza por imitación. El desarrollo de la empatía requiere de un entorno no violento.
Hoy en día está clara la relación entre violencia humana y violencia contra los animales, ya que numerosos studios han demostrado que la violencia contra los animales tiene un alto valor predictivo de la violencia contra los humanos. Sobre este tema es muy recomendable la web de GEVHA (Grupo de Estudio de la Violencia hacia humanos y animales).
Los niños aprenden a relacionarse con los animales a partir de la observación de sus modelos y del refuerzo. Será a partir del ejemplo que les demos que el niño verá al animal como un compañero o un instrumento, para su abuso o simple contemplación.
Lo cierto es que la biofilia es una filiación emocional innata en los niños que les lleva a quererse aproximar a los animales, pero su desarrollo se ve interrumpido por las familias y el entorno.
El trabajo de PRODA puede ser un ejemplo para todos los que queremos una sociedad más justa, y ésta no puede excluir al resto de animales. Trabajan la empatía de los niños a partir de los animales más próximos, promoviendo el desarrollo moral del niño hacia los humanos y el resto de animales, que son presentados como seres sensibles, compañeros con los que compartimos este mundo.
Para quienes todavía piensen que respeto hacia humanos y animales no humanos no tiene nada que ver, os comento una de sus actividades educativas, con unos resultados sorprendentes. Esta es la secuencia de las actividades.
- Se pasa a los niños un cuestionario que mide su empatía (empatía humana, sólo una pregunta del cuestionario se refiere a los animales).
- Se desarrollan una serie de actividades: se pregunta a los niños maneras de demostrar emociones hacia los animales, maneras de resolver conflictos (todo muy light, por ejemplo les ponen en la situación de un conejito con mucha hambre y nosotros tenemos un huerto con zanahorias, qué podríamos hacer?), cómo evitar las emociones negativas de los animales...
- Se realiza una actividad de aprendizaje vivencial: para niños de infantil un paseo por el entorno (se les pide que hablen bajito para no molestar a los pájaros, que tengan cuidado en no pisar a los caracoles...), para niños de primaria visitar un albergue de animales...
- Se ofrecen alternativas a las mascotas del aula, como por ejemplo, cuidar animales urbanos (alimentar una colonia de gatos, poner casitas para los pájaros...)
- Se les vuelve a pasar el cuestionario que mide la empatía y... atención!!: en todos los casos el resultado es una mayor empatía hacia los animales trabajados en clase, hacia los no trabajados en clase, hacia los humanos y una disminución de la inestabilidad emocional.
Os podéis imaginar el bien que haría a nuestra sociedad que el respeto hacia los animales entrara en las aulas. Una lucha más para el movimiento animalista.
Nota: Muy recomendable este monográfico sobre Educación en el Respeto a los animales.